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Fuertes jadeos y gemidos inundaban la habitación, cierto hombre era fuertemente penetrado, su cabello castaño se pagaba a su frente a causa del sudor, se encontraba de rodillas en el centro de la gran cama, detrás de él su pareja en la misma posición lo masturbaba con la mano izquierda mientras con la derecha lo tomaba fuertemente por debajo del cuello cortando levemente su respiración, cuando sintió que era demasiado tocó la mano que cortaba su respiración y el dueño de esta entendiendo el mensaje la movió hacia su clavícula abrazando de esa manera su pecho.

La petición a su novio de que no se detuviera se escuchó medio opacada por su propio lloriqueo.

Suna sentía que el placer lo consumía, dejó de luchar por mantener los ojos abiertos y simplemente se dejó llevar por la atención que recibía por parte de Osamu, quien a la vez dejaba pequeños besos en su cuello, movió su cabeza a un lado para dejar más expuesto su cuello a la vez que movía su brazo hacia atrás para alcanzar la nuca de su novio y tirar levemente de su cabello.

Una escena perfecta para ambos, de no ser porque el teléfono de Osamu comenzó a sonar de la nada distrayendo a ambos de lo que hacían.

-Dime que no vas a contestar-suplicó Suna al borde de la desesperación.

-No.

Sin decir más volvió a penetrar a Suna sin compasión, a ambos les faltaba poco para terminar así que la persona que los interrumpió podía esperar unos minutos.

Avisando que estaba por terminar, quien era sometido dejó salir con erotismo el nombre del contrario en un profundo suspiro mientras sentía su cuerpo temblar.

Osamu movió su mano más rápido mientras sentía como los músculos de su pareja se tensaban avisando lo que estaba por llegar. Unas embestidas más y sintió el líquido caliente en su mano a la vez que él mismo llegaba al orgasmo. Suna bajó su mano aferrándose con ambas al brazo de Osamu que pasaba por su pecho, dejó caer un poco de su peso contra el pecho de este y respiró pesadamente, el teléfono había dejado de sonar hace un rato así que se dieron un momento para respirar, Suna sintió los suaves besos en su cuello profesando amor y ternura.

-Te amo-dijo Osamu dulcemente en su oído.

-Yo más-no tardó en responder Suna con una sonrisa tierna.

Osamu salió lentamente de su interior y se quitó el preservativo usado, se levantó y caminó al baño para tirarlo y lavarse las manos.

-Amor, puedes ver quién llamó-pidió a su novio desde el baño.

Suna se acercó a la mesita de noche para ver el teléfono.

-Tu hermano.

Osamu tomó su bóxer del piso y se lo puso antes de recostarse en la cama, tomó su teléfono y Suna se recostó apoyando su cabeza en el brazo del contrario, se taparon solo con una manta y se acurrucaron mientra marcaba a su gemelo.

~Samu ¿por qué no me contestaste?

-¿Realmente quieres saber?-preguntó con burla.

Osamu estaba al tanto de lo penosa que era actualmente la vida sexual de su hermano, desde que le gustaba Kiyoomi no había estado con nadie, lo cual era mucho decir. Atsumu había estado con hombres, mujeres, personas que no se identificaban con ningún género, o con más de uno. Había participado de algunos trios y muchas relaciones de una noche, a ver, que se había metido con quien se le daba la gana y no se avergonzaba de ello, pero todo cambió cuando se dio cuenta de que le gustaba el pelinegro, incluso había rechazado varias ofertas, comenzaba a preguntarse si en un tiempo podría volver a considerarse virgen o algo por el estilo.

 Just for you~sakuatsu~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora