Don't eat it before marriage! [JiTzu]

PARTE II

Jihyo ajena de lo que ocurría siguió subiendo su mano como si nada, los dedos de la coreana eran casi tan suave como piel de un bebé, se sentía en el paraíso y por otro lado estaba en una pelea interna.

—J-Jihyo.— Otra vez volvió a llamar a su novia tratando de despertarla aunque por otro lado no quería alejarse de su toque.

—Eres muy suave, Tzuyu-ah...— Subió su mano un poco más hasta que llegó a su seno, el cual apretó con cuidado.

—Dios...— La chica llevó su mano hasta su boca para no soltar un gemido. Jihyo volvió a bajar su mano a su vientre para seguirlo acariciando, la menor sentía que en cualquier momento brotaría sangre de su nariz, estaba demasiado excitada con eso.

Se quedó esperando otro movimiento de la mayor hasta que luego de unos segundos de caricias, se detuvo y escuchó un ronquido parecido al de un gatito. No lo podía creer ¿Eso era todo? ¿Que pasó con el salseo? Solo le quedó dormirse con una molesta humedad entre sus piernas.

A la mañana siguiente se despertó cuando sintió unas caricias en su rostro y su nombre siendo llamado con dulzura. Pensaba que hablarían de lo ocurrido pero Jihyo no parecía recordarlo.

Todo eso había pasado hace una semana, ahora no podía dejar de pensar en eso, ni parar de imaginar las suaves manos de Jihyo tocando otras partes de su cuerpo. Estaba segura que en algún momento la atraparían masturbandose de tantas veces que lo hacía cuando estaba sola o incluso en alguna que otra pijamada con su novia, obviamente en el baño y cuando Jihyo estuviese dormida.

—Ugh, ¿Por que nunca llenan la maldita jarra de agua?— Bastante frustrada estaba de no poder tener relaciones con Jihyo para que la vida la hiciese molestar otra vez.

Abrió sin cuidado la parte superior del refrigerador para sacar hielo y echarle al agua de su novia.  Mientras lo hacía recordó la escena de "50 sombras de Grey" donde Christian pasaba un cubo de hielo por los pezones de Anastasia.

—¿Como se sentirá hacer eso con Jihyo?— Pensó imaginando los grandes pechos de Jihyo y sus pezones erectos por el hielo.— Sería ge...— Salió de su pensamientos al escuchar cómo el agua se botaba en la mesa por lo lleno que estaba el vaso.

Salió al patio para ver cómo la chica seguía echada en el suelo ahora acariciando a su mascota con su respiración ya estable, que imagen tan tierna. A Tzuyu le parecía impresionante la dualidad de la mayor, en un momento parecía ser la reencarnación del pecado y al otro una ángel caído del cielo.

—Ten, Thomas.— La llamó por su apodo inventando Tzuyu al ver su similitud con el dibujo animado.

—Gracias, debo volver antes de que oscurezca, Tzuyu-ah.— Jihyo vivía a unas cuadras de la casa de Tzuyu y cada que paseaba a Zed le gustaba parar un rato donde su amorcito.

—¿No te quieres quedar a dormir? Recuerda que mis padres están visitando a mi abuela, no quiero estar sola.— Hizo un puchero mirando hacia abajo, era su forma de obtener todo lo que quería.

—Ohhh... pero ¿Que haremos con Zed?— A Jihyo le pareció una buena idea hacer una pijamada, no hacían una desde hace una semana.

—Dormirá en la sala y no te preocupes tienes ropa aquí, no necesitas ir a casa.— Juntó sus manos rogándole que se quedara esa noches.

—Está bien, ¿Que haremos?— Se levanto del césped emocionada sacudiendo su ropa, le encantaba dormir con Tzuyu, se sentía protegida y calentita.

—Podemos ver algunas películas y comer comida chatarra, ya sabes...— La chica ya estaba ideando su plan para hacerla caer en tentación y probar ese delicioso bocadillo que tenía al frente.

Ambas entraron a la casa, la coreana iba a tomar una ducha antes de su noche de cine mientras que Tzuyu iba a ir eligiendo que película ver.

—Mmm, ayúdame Netflix.— Ninguna de las películas le llamaba la atención, necesitaba una que se viese normal pero que tuviera escenas subidas de tono.— ¿Diabólica Tentación? No, a Jihyo le asusta la sangre, ¿Call Me By Your Name? Demasiado gay, ¿Love, Simon? Muy soft.— A Tzuyu se le acababa el tiempo.— ¿El profesor y Wonder Woman?— Miró el trailer y le pareció perfecta. 

Después de unos minutos la mayor entró a la habitación secándose el pelo con una toalla, su camisa de pijama estaba un poco empapada lo que le resaltó sus pezones a través de esta.

—¿Que vamos a ver, linda?— Fue hasta la peinadora de Tzuyu a secarse el pelo con la secadora para evitar un resfriado.

—Amm...— La taiwanesa le estaba rogando al cielo que le diese fuerza de voluntad para aguantar saltar a los pechos de su mayor.— El profesor y Wonder Woman ¿Sabes cual es?— Miró hacia el techo cuando Jihyo se volteó a mirarla.

—No la conozco.— Estaba un poco extrañada por la actitud de la menor.—¿Por que miras el techo?— Miró hacia arriba también y no encontró nada interesante en el.

—¿Ah? Es que no quiero verte porque me enamoro más de ti... no homo.— En parte no era mentira, sentía que se enamoraba cada vez más de su novia y no le iba a decir que le estaba viendo los pechos a través del espejo.

—Awww, pero mira que romántica me saliste, Choi Tzuyu.— La chica conmovida se le lanzó encima a su novia para abrazarla, en el proceso aplastando inconscientemente sus pechos contra su cara ya que Tzuyu estaba sentada al borde de la cama y se lo correspondió con gusto.

—Te amo, Jihyo.— Dijo abriendo sus piernas para que esta se acomodara entre estas y hacer más cómodo el abrazo. Estaba pensado en perritos llorando para no excitarse por un simple abrazo.

—También te amo, Tzuyu-ah.— Con cuidado tomó las mejillas de su chica y la atrajo hacia sus labios para besarla con todo el cariño que le tenía. La taiwanesa trató de llevarle el ritmo lento pero recordó la mano de Jihyo en su pecho y algo en ella se activó de un momento a otro.

Empezó a mover sus labios más rápido y a pasear sus manos por toda la hermosa silueta de Jihyo desesperadamente, pensó que ella la detendría si se sentía incómoda, así que aventuró su mano adentro de su camisa. El cuerpo Jihyo se estremeció un poco, su piel parecía un malvavisco y ¡Agh! solo quería morderlo hasta dejarlo rojo. Con un poco de vergüenza posó sus manos sobre los pechos de la coreana.

—Umm...~— Gimió cuando sintió las manos de su chica allí, ella deseaba llegar a más pero simplemente no podía. 

Tzuyu sintió los pezones de la mayor erectos en la palma de su mano y cuando estaba a punto de darle un apretón Jihyo se separó de ella para quitarse de encima. Le dió un beso en la mejilla, se arregló su camisa y se fue hacia la peinadora para seguir secando su pelo.

—Ugh, hoy perdimos los gays.— Tzuyu pensó frustrada echándose por completo en la cama.

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