Baby don't like it

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Nos estacionamos en frente de un edificio pequeño, con una fachada nítida aunque algo gastada. Uno de esos edificios de apartamentos modestos. Era extraño que Jeno me trajera a un lugar así, pues se supone que aquellos departamentos están sólo a la venta, no es como que fuera un hotel. Era más un sitio como en el que yo vivía y no uno que podría relacionar con él. Sin embargo, eso no era lo importante ahora.

Desabroché mi cinturón de seguridad y me disponía a abrir la puerta cuando la mano de Jeno en mi muñeca me lo impidió. Con un movimiento rápido ya estaba posicionándome sobre él, besando sus labios y parte de su mandíbula.

-Antes de continuar, necesitas saber que no hago esto sólo por deseo. En serio me tienes a tus pies.

Era curioso como aprovechaba cada oportunidad para repetir lo mucho que le gustaba. Y aunque no terminaba de creerlo, la necesidad que tenía de él era más fuerte que mi juicio. Solté un leve gruñido en sus labios en forma de afirmación, indicando que entendía lo que quería decir, a pesar de que no era completamente así.

Hacerlo en un auto no estaba exactamente en mis planes, pero se sentía tan jodidamente bien el contacto tan íntimo al que nos obligaba el reducido espacio en el asiento del conductor que no podía parar de buscar con más desespero el calor del cuerpo de Jeno contra el mío y él no dejaba de pasear sus manos por toda mi figura de piel erizada y sensible.

La poca timidez que había mostrado en nuestros encuentros anteriores había desaparecido por completo y ahora me aventuraba a usar más mi lengua, explorando la boca del rubio que rápidamente siguió mi ritmo creando una verdadera danza salvaje que era más parecida a una competencia por quién perdía antes el aire. Y fue algo muy reñido.

Cuando por fin nos separamos, los ojos de Jeno brillaban encendidos por la excitación. 'Mierda' si no bajábamos del auto en ese instante, nada me detendría de montarlo ahí mismo. Con torpeza provocada por la impaciencia salimos a toda prisa y entramos en aquel curioso edificio pintoresco.

Jeno conocía el lugar con exactitud, pues subimos a un piso y número de apartamento específicos, de modo que era casi seguro que la propiedad era suya.

¿Qué era? ¿Una habitación que ocultaba de Jaemin quizás? Las llaves giraron en la cerradura y la puerta se abrió ¿Un departamento secreto donde traía a, tal vez, otras conquistas iguales a mí? Y más importante: Cuando Jeno dijo que me llevaría a un lugar especial la próxima vez ¿ya sabía exactamente que me traería aquí? No era nadie para juzgarle, es sólo que estos pensamientos revoloteaban en mi mente sin que pudiera evitarlo.

Otro de esos besos exquisitos acalló todas las voces en mi cabeza a la vez, y ahora podía concentrarme exclusivamente en el cielo que se abría ante mis sentidos. Dimos un traspié que casi nos cuesta el equilibrio, pero finalmente entramos en la habitación sin separarnos. Ojalá nunca tuviéramos que hacerlo.

Vi muy poco del lugar, pues en ese instante solamente me importaba una cosa, y no era precisamente admirar la decoración, que por cierto, era escasa. Como si nadie hubiera vivido allí en bastante tiempo pero no terminaba de estar deshabitado.

Avanzaba prácticamente a ciegas, guiado por Jeno que sabía justo a dónde quería llevarme: a la cama. No sin antes alzarme cogido de la cintura mientras yo enredaba mis piernas alrededor de su fuerte tronco sin dejar de comerme su boca sin ningún titubeo jadeando ya por la falta de oxígeno.

En seguida sentí la superficie blanda contra mi espalda y las yemas de los dedos del irresistible chico encima mío deshaciéndose de mi camisa centímetro a centímetro. Estaba hambriento, estaba al borde de la locura, estaba muy duro pero incluso a pesar de ello sentí una mirada cargada de un sentimiento tierno recorriendo mi ser entero ¿Cómo era posible esa dualidad?

(Missing) Puzzle Piece | | NORENMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora