(Missing) Puzzle Piece | | NORENMIN

That last chance

Presente...

Jeno, de forma conveniente, me interceptó en el ascensor. Estando los dos solos, evitando el escándalo que le prometí el día anterior. Al parecer no era tan estúpido, o quizás tenía estrategias que adquirió con Jaemin. Me sentía algo menos miserable al saber que sí podía rechazarle, odiarle, aunque por dentro aún tuviera que reñir conmigo mismo para convencerme de ello. Si lo repetía muchas veces podía creérmelo a lo mejor, eso anhelaba.

Tampoco pude descansar en mi pequeña victoria, el rubio me siguió al bajar del elevador y aunque en silencio, ejercía cierta presión. Probablemente tentaba el terreno para intentar algo otra vez. Oh no, es no iba a pasar, y ya no me importaba quién se enterara, iba a echarle hasta la última cosa en cara si tan solo abría la boca. Su brazo estuvo a punto de tomar el mío.

Como una mancha borrosa pasó una figura frente a mí sin darme mucho tiempo para reaccionar, era Nana, llevaba prisa como siempre. Se detuvo entre ambos, al hombro cargaba un bolso grande que probablemente pesaba pero no me detuve a preguntarme qué llevaba ahí.

—Pediré un café antes de irme ¿van a querer uno? —Jeno tuvo que obligar a sus ojos a dirigir la mirada hacia su novio sonriente. Lo mismo sucedió conmigo.

—No —respondimos a coro y el peliazul respondió con un secillo 'Okay' —¿Vas a tardar mucho? —agregó Jeno en un intento de aligerar la tensión pesada del momento, sorprendentemente Jaemin ni se inmutaba, ni se daba cuenta de nada.

—No te preocupes, amor —lo tomó de las mejillas y le plantó un beso en la punta de la nariz —Ya vuelvo —volteó a verme a mi también y luego se perdió tras las puertas del ascensor.

—Te lo advierto, no digas otra cosa o... —

—O... ¿qué? no me importa nada de lo que creas poder hacerme —crucé mis brazos ¿Ah no? El piso estaba particularmente concurrido aquella tarde.

Un brazo se aferró a mi hombro antes de que comenzara a hablar.

—Renren ¿podemos hablar un segundo? —esa era la voz de Jungwoo, tratando de proteger mi imagen, ya olía lo que estaba por venir seguramente.

—No

—Renjun, todo el mundo está aquí ¿qué haces?

—Lo que parece Jungwoo, hablo con Jeno —no iba a ceder esta vez. Jungwoo me echó una última mirada suplicante pero ya no importaba una mierda.

—¿Disfrutaste lo que hicimos ayer? Digo, porque vienes buscando más —en ese momento mis mejillas comenzaron a arder. Con toda la intención había dicho esto con el volumen suficiente para llenar la sala y naturalmente, cada mirada se posó sobre mí. Y sobre Jeno —O déjame adivinar. Amas demasiado a tu novio como para engañarlo. Pero también me amas a mí ¿no? ¿A cuántos más amas Jeno? Porque a mí apenas me conoces hace un par de meses.

—No es lo que crees Renjun, no había sentido por nadie lo que siento por ti —Jeno, en cambio, habló por lo bajo; sin caso alguno, pues toda la atención estaba ya exclusivamente en nosotros.

—Y por Jaemin.

—Lo que siento por Jaemin es algo totalmente distinto, por favor, déjame explicarte...

—¿Explicar qué, Jeno? Engañaste a Jaemin, me engañaste a mí, eres un cabrón. Es simple —los murmullos aumentaban y el brazo de Jungwoo aún quería apartarme de allí. Sabía que estaba haciendo algo insensato, pero tal vez estar rodeados de gente era la única forma en que podríamos terminar una discusión sin desvestirnos.

—Sí los engañé, y sé que no merezco a Jaemin. Pero tú no eres mejor que yo. Y me odias por lo que hice pero sabes que te odias más a ti mismo porque fuiste tan cabrón como yo. 

Huir tampoco era una opción, pues mi orgullo era más grande que las ganas de llorar de rabia. Sí, me detestaba.

—Así es, odiarme es lo que he hecho mejor desde que llegué aquí. Porque me gustabas en serio. Pero al menos lo intentaba, intenté tan duro esconder mis sentimientos que eso sólo me hacía aborrecerme más cada día. Por no poder hacer nada y porque no podía odiarte a ti —mis ojos comenzaban a picar, en serio, el cualquier segundo empezaba llorar. Patético—. Ni siquiera cuando me besaste contra todos mis esfuerzos pude odiarte. Y ahora aunque trato de gritarte con todo el odio de mi alma, no es a ti a quien odio de todos modos. Me haz hecho aborrecerme a mí, más que a nadie —mis mejillas quemaban bajo el par de lágrimas ardientes de ira de todo el odio que había guardado hace meses y que había logrado incluso que no pudiera verme al espejo sin apretar los labios con repudio.

Me sentí agotado, podía haberme desplomado ahí mismo pero Jungwoo sostenía mi brazo perplejo. Vomité mis sentimientos quedando como un cascarón vacío. Delante de media empresa que sólo me juzgaba con la mirada.

—Renuncio.

Holaa!

Les mentiría si dijera que estamos a punto de terminar esto. No olviden. Hay alguien que prácticamente no ha dado su punto de vista y tiene bastante que decir.

¿Quién es y qué tendrá que decir? Lo averiguaremos.

Besitos y una foto 🤣