Capítulo 47

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Completaron la primera semana de trabajo luego de la luna de miel. Su felicidad hace que todos los empleados se desempeñen con más entusiasmo. Aunque Elena cambio el apellido la empresa seguirá llevando su nombre original. Ella sigue demostrando que sin haber estudiado es una gran profesional que puede llevar adelante y hacer triunfar a una gran empresa.

-Que lindo es descansar en los brazos de mi esposo después de un día de trabajo.

-A mi me encanta tenerte así esposa. Podría pasar todo el día con vos en mis brazos.

-Yo me quedaría sin ningún problema amor.

-¿Cómo te sentiste en tu primer semana de trabajo siendo la señora Grey?

-Para ser sincera me sentí muy bien, mejor de lo que pensaba.

-¿Por qué decís mejor de lo que pensaba?

-Porque aunque se que al personal le cae bien nuestra relación no sabía si iba a ser igual ahora que nos casamos.

-Te puedo decir lo que observé yo en la empresa estos días.

-Claro amor.

-Vi empleados más contentos y con más entusiasmo en su trabajo. ¿Sabes por qué pasó eso?

-Supongo porque les gusta su trabajo.

-No señora.

-Entonces por qué crees que pasa eso.

-Por vos amor. Te ven feliz trabajando a la par de ellos, mostrando que puedes ser una jefa que exige pero que a su vez es muy comprensiva.

-Si me ven así es gracias al gran hombre que tengo a mi lado.

-Espero que este hablando de mi señora, porque de lo contrario me voy a enojar.

Elena

Trata de parecer enojado pero no lo logra. La cara que pone me da mucha ternura.

-Esposo mío eres el único hombre de mi vida. Te amo.

Se para conmigo en brazos y me lleva a nuestro cuarto. Me recuesta suavemente en la cama y él lo hace a mi lado, me acaricia el rostro.

-Qué voy a hacer con usted señora. Creo que se me ocurre algo y sabe qué es.

-No se señor qué quiere hacer conmigo.

-Esposa mía no se haga la inocente, sabe lo que deseo hacer con usted. Voy a adorar cada parte de tu bello cuerpo para venerarla como se merece mi muy amada mujer.

-Esposo porque no deja de hablar, acá estoy y soy completamente suya.

Desata el lazo de mi bata y la abre, recorre mi cuerpo con las yemas de los dedos y ese simple estímulo despierta el placer en mí. Siento como besa mi cuello y desciende hasta mis pezones, introduce uno en su boca y el otro lo toma entre sus dedos, luego toma el otro con su boca y al que dejó lo presiona entre sus dedos. Cuando introduce su lengua en mi ombligo mi cuerpo se prepara porque sabe cuál es el destino que busca. Su mano acaricia mis labios mayores y de a poco los separa, su lengua recorre todo mi sexo para comenzar a chupar suavemente mi clítoris, por momentos parece que lo está degustando cuando lo acaricia con su lengua. Es implacable en su accionar, mi cuerpo comienza a tensarse y necesito aferrarme a las sabanas cuando el orgasmo me llena de gozo total. Alcanzo a darme cuenta que todavía tenía su bata cuando veo que se la saca, termina de sacarme la mía. Se coloca sobre mí y me besa.

-Dulce esposa todavía no he terminado con usted.

Christian

Le separo un poco las piernas, la tomo por la cintura para penetrarla, me muevo lento disfrutando de su sedoso y aterciopelado interior. Verla extasiada me hace seguir porque nuestros cuerpos se ajustan perfectamente. No me equivoque al pensar que estábamos destinados a estar juntos compartiendo nuestras vidas. Empujó dentro y fuera hasta que nos movemos juntos. Elena eleva sus caderas para coincidir con mis movimientos. Siento como su orgasmo llega hasta mí con fuerza provocando que llegue al mío pronunciando su nombre. Apoyo mi frente en la suya y me doy cuenta que hacer el amor con ella cada día es más alucinante. Salgo de ella, me acuesto a su lado y se apoya en mi pecho, la cubro con mis brazos y nos quedamos un momento relajandonos un poco. Me rosa el pecho con sus dulces labios y con voz adormilada me habla.

-Buenas noches amado esposo.

-Buenas noches amada esposa.

Elena

Me despierto tan bien después de una gran noche, cada día que paso con Christian me siento mucho mejor y más segura. Me encanta verlo dormir, sus facciones son perfectas, sus labios piden ser besados y no me contengo, los rozó suavemente y él abre los ojos, su mirada es tan dulce y destella su amor por mí.

-Buenos días amor.

-Buenos días corazón, me despertó un hermoso rose en mis labios, que lindo gesto de amor.

-No quería despertarte pero no pude evitar besarte.

-Por mi lo puedes hacer las veces que quieras porque me encantaría despertar así todos los días. Pero ahora tengo un poco de apetito qué te parece si desayunamos.

-Ya me levanto y pido que lo preparen. ¿Lo comemos acá o en el comedor?

-Me gustaría pasar a solas contigo esta mañana, después vemos qué hacemos.

-Muy bien esposo, enseguida traigo todo para que desayunemos en la cama.

Vuelvo a besarlo, me pongo la bata y salgo del dormitorio. A mitad de camino a la cocina me tengo que apoyar en un mueble porque todo me da vueltas. Seguro que debe ser porque todavía no comí nada y después de que lo haga se me pasa. Ya me siento mejor y sigo camino a la cocina.

-Buenos días Elsa, puede llevarnos el desayuno al dormitorio.

-Buenos días señora, en diez minutos se lo llevó.

-Muchas gracias Elsa.

Christian

Nos divertimos desayunando en la cama y organizamos todo lo que haríamos el fin de semana. Me encanta hacer estos planes porque podemos pasar mucho tiempo solos.

La vuelta a la rutina de trabajo tuvo un buen comienzo. Son muy felices pasando sus días juntos. ¿Será siempre así su vida?

Dos corazones cambiando su destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora