XIX

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"Hay algo que deberías saber." era todo lo que una de las cartas de su madre tenía escrito que al parecer iba dirigido a él. Se había tomado su tiempo para re acomodar las cosas en su casa tras haber llegado, sabía que por cómo iban las cosas lo mejor era volver a su departamento. La caja en donde guardaba papeles y otras cosas de su madre volvió a llamar su atención en cuanto ya tenía limpia su habitación.

La hoja estaba arrugada, como si su madre se hubiese arrepentido de siquiera haber comenzado a redactarla. Había dejado la televisión de la sala encendida de donde podía escuchar las noticias principalmente sobre los recientes ataques en su distrito, el número 20. El más seguro que ahora era noticia por asesinatos entre callejones.

Un suspiro salió de él sin aviso antes de proceder a guardar de nuevo sus cosas. Alcanzó a ver la máscara de su madre la cual tomó en manos para acariciarla un poco. Sus amigos ya sabían de su naturaleza y lo aceptaban como a otros Ghouls dentro del grupo, por lo que no veía algo malo en colocar la máscara de su madre en un pequeño clavo de su habitación como una decoración, como un altar. Ya después le haría un espacio especial en su departamento para dejarle flores.

Después de todo no existía ninguna tumba a donde podría ir a dejárselas. Tras su muerte había sido llevado con el Tío Toshinori y el cuerpo de ella probablemente había quedado en manos de las palomas. Era habitual eso, la mayoría de los Ghouls terminaban igual. Muriendo y siendo llevado sus cuerpos a alguna agencia especial de la CCG.

Teniendo ya todo en su lugar, pasó apagando la televisión antes de tomar sus llaves para salir de ahí. Domingo en esa misma tarde tendría una salida especial con Mina y Bakugo. Le llevarían a conseguir su nueva máscara.

Sería mentir el decir que no estaba intrigado.

Las calles estaban repletas de personas, a esas horas era habitual que todo estuviese lleno

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Las calles estaban repletas de personas, a esas horas era habitual que todo estuviese lleno. Tanto locales cercanos como los transportes públicos pues los estudiantes recién salían de la escuela y algunos otros iban a comprar los víveres que necesitarían para la cena de ese día. Para ellos no era ninguna molestia, después de todo era un horario en el que ellos también salían de sus respectivas escuelas.

Mina no quitaba los ojos de encima de los chicos que la acompañaban — aunque realmente eran ella y Bakugo quienes acompañaban al menor — pues, aunque ellos no parecían darse cuenta, actuaban de forma adorable a su parecer. Izuku emocionándose por cosas que veía a través de cristales en las tiendas, Katsuki tomando su brazo para evitar que se perdiera o este abrazándolo por los hombros mientras le regañaba por casi tropezar por lo distraído que iba.

Acciones que para ojos de los demás era algo habitual entre amigos, pero para quienes conocían a Bakugo sabían que no era precisamente alguien quien mantuviera su atención y se preocupara visiblemente por alguien más. Es decir, ¡Parecían novios! Ella había visto varias etapas del cenizo al igual que otros más dentro del grupo de amigos pues llevaban años siendo sus amigos.

Unión por cadenas [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora