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Son las seis de la maldita mañana en día sábado, y la única razón que está despierto es porque Jessie lloró fuera de su puerta por una hora. Nunca le ha molestado pasearla, pero a esta hora de la mañana no existe ningún ser humano con quien estaría feliz si lo despertara.

Entre quejas se pone su buzo y un chaleco y toma su encendedor y cigarros de su mesa de noche. La cola de Jessie se está moviendo como loca cuando abre la puerta, y le ladra feliz.

"Shh," le dice. "Es muy temprano para que seas así de ruidosa."

Al parecer, a Jessie no le importa. Sigue ladrándole hasta que salen de la puerta, y luego le pone la correa con dificultad, porque no se queda quieta. Cuando salen, prende un cigarro y toma una profunda calada. Es esa hora extraña de la mañana en que parece noche y el cielo está de un color azul marino, pero las luces de la calle están prendidas.

Un par de personas pasan junto a ellos en auto, pero en su mayoría las calles están vacías. Jessie lo arrastra a su lugar favorito en la esquina de la cuadra. Para cuando vuelven al departamento, ya se acabó su cigarro y Jessie camina lentamente en vez de arrastrarlo a todos lados.

Cae en la cama y se las arregla para quedarse dormido, hasta que el sonido de agua cayendo lo despierta. Al principio lo descarta. Liam siempre se baña temprano, porque es raro y realmente disfruta levantarse antes de que salga el sol. Luego se despierta un poco más, y se da cuenta de que es la única persona que se ducha en su departamento, porque es la única persona ahí.

Salta de la cama, sin molestarse en ponerse pantalones o una polera, y va directo a la habitación de Liam. Hay una mochila en el suelo, y su uniforme está doblado al final de la cama.

El sonido de la ducha se apaga, y escucha a Liam dando vueltas por el baño. Sigue parado al medio de la habitación de Liam cuando este último entra. Tiene una toalla colgando de sus caderas, y Zayn solo se lo queda mirando, porque es lo único que puede hacer.

¿Y ese nudo en su estómago? Se fue. Ya no está, porque Liam está justo ahí, y está vivo y bien y, mierda, Zayn está enamorado de él. No solo ama sentir el cuerpo de Liam debajo del suyo, o la forma en que se mueven con la piel resbaladiza por sudor, jadeando en la boca del otro. Ama sus desayunos y que puede contar con que Liam tenga una taza de café lista para él cuando se levanta. Ama ver programas basura de televisión con él, y comer cenas recalentadas. Ama que Liam se ría cuando se las arregla para re–cocer el ramen hasta que quedan como un desastre pegajoso e incomible. Él lo ama. Total y completamente.

"¿Qué estás haciendo en mi pieza?" pregunta Liam, y Zayn se da cuenta de que tal vez está vivo, pero Liam no está, de hecho, bien.

Hay un vendaje en su brazo derecho y no tiene su sonrisa habitual. No hay calidez en sus ojos cafés, tampoco, y está mirando a Zayn como si fuese un desconocido.

"Volviste," dice Zayn, porque por alguna razón es en lo único que puede pensar.

"Obviamente," dice Liam, frunciendo el ceño. "¿Puedes salir para que me pueda vestir?"

"Claro," asiente Zayn, y pasa junto a él. Se detiene frente a la puerta abierta pero Liam no gira, solo patea para cerrar la puerta entre ellos.

Se devuelve a su habitación y se pone su ropa, aunque sigue cansado. Normalmente hubiese dormido un par de horas más, pero sabe que no hay sentido en volver a acostarse. No va a ser capaz de volver a dormir.

Cuando sale hacia la sala de estar, Liam ya está parado en el pasillo. Sostiene uno de los marcos de foto en sus manos, con una mirada fría en su cara. "Revisaste mis cosas."

Zayn rasca su nuca. "Um," dice. No había considerado que Liam se enojara por eso. "Lo siento."

"No puedes simplemente revisar mis cosas, Zayn," dice Liam, entrecerrando sus ojos con rabia.

Don't Go | TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora