⊱|Jeon Jungkook un hermoso hombre cotizado y millonario, viviendo la buena vida, respetado y admirado por muchos, oculta un secreto que nadie conoce, un deseo. Pero llega Park Jimin un joven hermoso, solitario y tímido a darle un giro de 160° grados...
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—Tranquilo bebé, todo saldrá bien. Confía en ti.— le susurro Jungkook al oído— yo confió en ti— el rubio dejó de ver al espejo para mirar sobre su hombre al azabache, este le regalo una sonrisa hermosa que lo hizo sentirse listo y seguro.
—Bien, estoy listo.— aseguró convencido de poder hacerlo.
Resulta que sus padres ya venían de camino, el autobús que los traía pararía en el terminal de los mismos, de ahí la pareja iría a recogerlos y viendo el reloj ya faltaban unos veinte minutos para que eso pasara.
Jimin estaba nervioso, asustado y a la vez feliz por poder ver a sus padres después de tanto tiempo, antes las circunstancias eran distintas a las de ahora porque en el pasado el no podría hospedar a sus padres en un hotel bueno y tampoco en su propio departamento, ahora gracias a Jungkook si podrían quedarse en un hotel bueno. Y ahora si podrían hablar cómodamente porque en el pasado eso jamás hubiera podido pasar ya que sus padres le echarían en cara toda su mala vida, ahora gracias a Jungkook y su visto talento podría defenderse de la boca de sus padres.
Tenía tanto que devolverle a su novio, aunque este jamás le pediría algo él sentía la necesidad de recompensar tantos gastos, todo el tiempo que le daba, sus necesidades y el estar en cada mal momento que tenía.
Jungkook decía que Jimin era su ángel pero el rubio pensaba que eso era al revés.
Desde el primer momento fue su príncipe azul, rescatándolo de su solitaria vida y dándole todo su amor y tiempo. Pero ahora era diferente, había cambiado totalmente su vida en todos los sentidos.
Cada día que pasaba se sentía el hombre más afortunado al tener como amigo y compañero de vida a una persona como lo es Jungkook, siempre sonriendo y alegrando cada mañana de brillo y color, teniendo diversas ocurrencias que los sacaban de la monotonía y rutina, siempre apoyándolo y comprendiendo cada faceta suya, siempre dándole tanto amor y cariño en tiempos de dificultad.
Aun no estaban casados pero para el si parecía estarlo, vivían juntos, se acostaban juntos, tenían una sólida relación y sus mayores secretos estaban a la luz de cada uno. Sin embargo no podía evitar imaginar a el vestido con un traje echo a su medida, color azul celeste con bordados finos blancos y brillos dándole un aura pura y sensual a la vez, se emocionaba de solo pensarlo, definitivamente deseaba casarse, era una ilusión que siempre tuvo y ahora gracias a Jungkook lo lograría.
Todo gracias a Jungkook.
—¿Amor?.. ¿Me escuchas?— lo llamó el dueño de sus pensamientos interrumpiendolos. Parpadeó repetidas veces y se volteo completamente a mirarlo.
—¿Ah..?— susurro confundido.
—Vamonos, faltan diez minutos para que estén aquí— le recordó.
—Oh, ¡Cierto, vamos!— se apresuro volviendo a bajar y agarrar su cartera y teléfono, saliendo disparado al nissan negro.
