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6 años después…

Cyril lo observaba con sus impactantes ojos grises mientras ordenaba prolijamente su ropa dentro de la pequeña maleta que había traído. El joven griego quería hacer un berrinche, estaba seguro de ello, pero se contenía por su propio bien. Ellos habían tenido múltiples conversaciones sobre esto. 

—¿En serio tienes que ir? —Él podía jurar que Cyril estaba haciendo un puchero en ese mismo instante. 

—Sabes que sí. —Respondió con cansancio. 

—Ni que él fuera tan importante para ti. 

Levantó su vista de su ropa para observar los ojos rebeldes de su amante. Encontró furia en ellos, de la más pura e intoxicante. 

—No te metas en ello.—Advirtió. 

—Oh, vamos.—El joven de cabello dorado lo miró sin gracia.—¿Me vas a decir que ahora lo quieres? 

—Lo hago y aunque no lo hiciera no es tu asunto. 

—Creo que sí lo es. —El griego se colocó sobre sus rodillas para confrontarlo.— ¿Cuánto llevamos juntos? ¿Dos o tres años? 

Levantó una de sus prolijas cejas y miró con incredulidad a su contrario. 

—¿Juntos?—Rió con sorna.— Sólo follamos, si haz sido uno de los constantes es porque eres bueno en la cama. No porque esté enamorado de ti o algo así, Cyril. 

Vio que aquellos ojos vivaces y divertidos se aguaron un poco, además que el brillo natural que poseían desaparecía por completo. 

Fue duro, era consciente de ello, pero siempre que alguien decía algo en contra de su esposo o sobre la relación que ellos tenían, su lado protector y cavernícola asomaba la cabeza para largar las primeras palabras que su cabeza formulaba. 

Una vez que su maleta y sus pertenencias estuvieron en sus manos, fue directo a la puerta de la habitación para salir de allí y no volver a ver al hombre que lo miraba desde el centro de la cama. 

—¿Cuándo volverás?— el hombre preguntó con una suave voz. 

—No lo haré.—No se permitió mirar aquellos ojos hipnotizantes.—Será mejor que no nos veamos más. 

No dejó que su -ahora- ex amante replicara, si lo hacía, probablemente las cosas se volverían más difíciles, para Cyril, no para él, estaba acostumbrado a ese tipo de "despedidas", algo que no lo enorgullece para nada, pero que tampoco podía negar. 

El pensamiento de abandonar todas sus relaciones ilícitas para por fin llevar una vida monógama y tranquila junto al hombre con el que se casó venía rondando su cabeza hace meses, esta solamente fue la confirmación de aquello. 

Le dio un leve asentimiento a la mujer que lo llevaría al aeropuerto y metió sus pertenencias al asiento trasero, no eran muchas, jamás lo eran, nunca permanecía más de dos semanas con sus amantes. 

Observó la hora en el reloj de su muñeca, si el vuelo no se retrasaba, llegaría a las 7 PM a la casa donde vivía su esposo, lo llevaría a cenar y festejarían su cumpleaños como todos los años. Compartirán una tranquila cena, hablarán sobre cómo habían pasado sus días separados y luego… él normalmente volvía a viajar, a donde sea que tuviera que ir, pero ahora eso no estaba en sus planes, quería compartir más con su pareja, después de todo ya pasaron seis años desde que se casaron y en ningún momento actuaron como esposos. 

Ya era el momento. Era el momento para que ellos pudieran hacer realidad su matrimonio. 

***

—¡Feliz cumpleaños, terrón de azúcar! — Ethan, un hombre de veintiséis años que medía más de un metro noventa y si se lo proponía podía tener a cualquier persona que quisiera por su notable atractivo se encontraba sonriendo como un niño mientras sostenía un pequeño pastel de cumpleaños, al parecer decorado por él mismo. 

—Arruinas tu imagen de chico malo de esa manera. — Yoongi jugó con el hombre mientras recibía el pastel decorado descuidadamente. —De todas maneras, gracias por esto. Haces que no me sienta deprimido. 

—¿Por qué lo estarías? Es tu cumpleaños y lo estás pasando con tu mejor amigo, ¿qué mejor que eso? 

—Tu modestia me pone de rodillas. —Inevitablemente puso los ojos en blanco mientras depositaba el pastel en la isla de la cocina. — Y la razón por la que estaría deprimido es que poco a poco me vuelvo más viejo, cumplo 29 años y… olvídalo. 

—Y… todavía no tienes un hijo o hija. —Ethan hizo una mueca. 

—Sí. —Yoongi concedió sin poder mirarlo a los ojos. 

Ethan había sido su mayor confidente desde que decidió mudarse a América del Norte, sabía cada cosa de él, su comida favorita, el cómo odiaba ser despertado bruscamente, sus miedos y sus mayores deseos, como el tener un hijo. Yoongi era consciente de que cada vez su fertilidad disminuye más, era muy probable que en unos pocos años él no pudiera tener hijos. 

Hace dos años él había comenzado a hacerse las pruebas para verificar si realmente su cuerpo podría aceptar un bebé dentro de él y si era capaz de llevar un embarazo seguro. Cuando el doctor que lo atendía le dio el visto bueno, sintió que su mundo mejoraba. 

—¿Por qué no hablas con él?—Ethan interrogó. 

—No quiero esa clase de vida para mi bebé. Quiero que nazca en un sitio lleno de amor. Y para ello necesito el divorcio de Jeongguk. 

—¡¿Y hasta ahora lo consideras?! 

—Sabes que el matrimonio que tengo con él fue puramente por conveniencia, su familia estaba en la ruina y mi padre se ofreció en ayudarlos a cambio de que él estuviera conmigo… 

—Tu padre ya no tiene los ojos puestos en ti, es tu momento para liberarte de tu falso esposo y poder ser feliz con tu futura criatura.— Ethan robó un poco de crema del pastel con su dedo. 

—Lo sé. Jeongguk viene siempre para mi cumpleaños, aprovecharé esta noche y le diré. No creo que se niegue, después de todo podrá ser feliz con sus cientos de amantes. 

—Después de que él diga que sí, ¿podré coquetear contigo libremente? 

—No me liberaré de una persona que no deja títere sin cabeza para meterme con otro igual. —Yoongi tomó un cuchillo para cortar las porciones que comerían. 

—Eso me dolió. —Ethan tomó de la alacena unas tazas para servir café. 

Yoongi rió alegremente, el hombre que se encontraba a su lado siempre se le insinuaba, mediante bromas, ellos jamás habían considerado estar juntos. Ambos tenían gustos completamente diferentes. 

—¿Recurrirás a la inseminación artificial? 

—Claro que sí. Ya tengo la clínica en donde me la haré. 

—¿Quieres que sea el padre de tus hijos? Me conoces, sabes mis antecedentes y sabes que si son míos y tuyos serán atractivos. 

—Debes estar bromeando. —Yoongi lo observó serio mientras llevaba una porción de tarta a la boca. 

—Jamás he sido más serio que ahora mismo. Piénsalo, Yoongi. 







Pregnancy || KookGi  حيث تعيش القصص. اكتشف الآن