Mi Pobre Angelito 2 || Imagina Beomgyu TXT||

11 - PAPÁ...

Llegué a casa, y le conté todo a Beomgyu, sobre la aparición de Jackson. 

— Tn, no quiero que te haga daño... 

— A mi me preocupan ustedes. 

— Yo y todo STARGUYS depende de ti, si algo te sucede, primero que muero yo, o antes me mata Sanjuana. 

— Tranquilos. Igualmente, debo ir a esa reunión. Recuerda, que si algo pasa, les daré una advertencia... Quiero dormir, últimamente me pesa algo la panza. —así era, me pesaba. 

— Bien. ¿No quieres más helado de limón? —me ofreció el gran pote. 

— No debería, pero si, dame. Creo que esto es mi antojo. 

— Qué ternura. 

— Tú eres tierno. Aún pareces un niño, no envejeces nunca. 

*2 SEMANAS DESPUÉS*

Me vestí con traje de mujer, saco y pollera de secretaria, todo negro. Beomgyu me ayudo a ponerme algunas fajas para que el vientre no fuese tan notorio. 

Llevaba pocos meses de embarazo, no entiendo por qué es tan prominente. 

— Bueno amor, iré a esa tal reunión con mi padre. Ya sabes a dónde deben ir si hay peligro o amenaza para nosotros... 

— A la residencia en Inglaterra, si. Cuídate cielo. 

— Estaré bien. Demostraré quién manda aquí. 

Salí por la puerta trasera, y entré al coche. 

La pregunta ahora era: ¿Dónde me esperaría Jackson? 

Conduje unas cuantas cuadras, esperando verlo. No debía estar tan lejos de mi casa. Hasta que lo divisé. 

Bajé, con una mirada seria, a pesar de que tenía algo de miedo. 

— Lixue, papá te espera en el edificio. —solo dijo esto y comenzó a caminar. Seguí sus pasos. 

— ¿Ahora tienen un edificio especial en Las Vegas? 

— No exactamente. Es una oficina temporal en realidad. —hablaba como un militar. 

Recordaba que, de pequeña, cuando estuve viviendo en China, él siempre era así. Al menos en frente de papá y mi madrastra. 

Porque, frente a papá mostraba un lado duro y  difícil, pero cuando salíamos de la oficina de papá, Jackson se iba a su cuarto o al baño. Una vez entré a su cuarto, lo había escuchado del otro lado de la pared cómo lloraba en silencio. Solo se retuvo a seguir llorando, y me echó de ahí. Yo era tan pequeña e inocente, que fui y le dije a papá, y él solo fue a pegarle a Jackson, diciéndole "marica, inútil, frágil". 

Jackson no era tan malo como parecía. La frialdad y crueldad de papá lo hicieron así. Pero él en realidad si sufría como yo, y de seguro aún sufre. A veces lo lamento por él. 

— Llegamos. Solo compórtate, y usa un tono no tan infantil. 

— ¡Tengo 23 malditos años, sé cómo mierda hablar! ¡Cuando eras jóven, te intimidabas ante papá, así que no puedes decir mucho! —le espeté. Se quedó en silencio unos minutos y volvió a hablar. 

— Si, pero ahora tengo 30 años, sé cómo actuar. Tú hace años no lo ves a él. Bueno, regístrate ante el receptor. 

Me acerqué al receptor, y hablé. 

— Hola, soy Park Tn. 

— Idiota, solo di tu fecha de nacimiento y tu VERDADERO nombre. 

— Siempre seré Tn, una latinoamericana, y siempre seré Park. Wang Lixue, T/F/D/N (tu fecha de nacimiento, no sé cómo se abrevia eso en los fics xd). 

 Una voz robótica respondió: 

— Entre, señorita Lixue. 

La oficina era tan similar a la de papá en China: tapizados bordos y negros, cerámicas negras, jarrones y tazas con inscripciones en chino, y obviamente, como lo nacionalista que es mi papá, la bandera de China. 

Salió Xiao, la esposa de papá, y dijo: 

— Oh, Lixue, tanto tiempo. Llamaré a tu padre. ¡Meng, aquí está tu hija!  —lo llamó.

Y ahí entró él. Con su traje negro. Y su mirada en mi. 

— Lix, hija mía. Bienvenida a casa. —me abrazó, de manera fría, pero lo hizo. 

Dejé que lo hiciera. Me sentí controlada, pero solo por segundos. Él no ganaría. 

— Esta, no es mi casa. Ni China. —lo solté. 

— Entiendo. —le quitó importancia. Maldición. Era duro: — No sabía que voy a ser abuelo. Gracias, porque el estéril e inútil de tu hermano no me ha traído nada aún. 

— No le digas así. No es su culpa que no sea romántico ni sensible para algunas chicas. Tú lo hiciste así. —lo defendí. 

— Sigue en tu mundo, Lixue. Bueno, ya vete. Aunque recuerda mocosa: aunque sea tu padre, te pisaré, a ti y a tu grupito. —amenazó. 

— La guerra no termina, Wang Meng. Adiós. 

— Adiós hija mía. 

La batalla no la iba a perder. 

El jaque mate podría tardar en hacerse, pero yo ganaría. 

El rey, siempre tiene un lado indefenso. Bajará la guardia en algún momento. 

Solo espera, papá...