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Tenía sus piernas envueltas en la cintura de Yibo, se estaban besando apasionadamente sobre la cama. Aburridos de tanta información sobre el proyecto escolar, trataron de sacarse el estres por medio de una actividad que ambos disfrutaban.

Yibo comenzó a embestirlo lento, deseaba tanto arrancarse la ropa para apagar el fuego que crecía dentro de él, pero mejor se apartó.

-No quiero arruinar nada...

Yibo depositó un beso corto en sus labios luego de que Zhan dijera esto.

-No arruinas nada, ¿quieres que me detenga, me equivoco?

Movió su cabeza de un lado a otro --No quiero, pero... debo preguntar, ¿tú y yo... qué somos?

Había pasado tiempo desde la primera vez que lo vio en la universidad, meses de que comenzaran a hablar y semanas que iniciaron sus coqueteos, era tiempo de hacer la pregunta.

-Bueno... eso depende de ti, si quieres que sea tu amigo entonces eso seré.

-No quiero ser tu amigo.

Jugaba con los botones de la camisa de Yibo mientras hacía pucheritos.

-No lo seas, si quieres ser algo mas yo estoy en la mejor disposición --le hablaba al oído, esto solo le provocó desear mas.

Tomó la iniciativa de quitarle la primer prenda a Yibo, observar desde abajo mientras este se desabrochaba el pantalón solo elevó su temperatura.

Era increíble estar tan mojado con simples roces, palabras e imagénes. No quería imaginar que pasaría cuando entraran en acción, era mejor hacerlo que pensarlo.

Con la protección necesaria, comenzaron ese previo juego sexual, las llemas de los dedos de Yibo eran rasposas, igual que sus labios, sentirlas sobre su piel cada que el otro hombre le retiraba algo de ropa lo hacían adentrarse mas en el éxtasis.

Sintió un poco de verguenza cuando le quitaron la ropa interior, tanta humedad le apenaba, pero los ojos de Yibo se oscurecieron cuando el caracteristico aroma de los fluídos corporales le impregnaron las fosas nasales.

Usó esas grades manos para separarle las nalgas y tener una mejor vista de todo lo que Zhan le ofrecóa.

Inició con un par de dedos, Zhan gemía como cualquier mujer barata de burdel, no podía evitarlo, el masaje interno que esos dedos le hacían era simplemente extraordinario. Mas y mas fluídos salían de él, se paralizó cuando los labios rasposos tocaron su zona mas íntima y, la que nadie había conocido de ese modo.

La verguenza lo invadió una vez mas, quería protestar, pero las exclamaciones que nacían en su garganta le impedían articular de manera adecuada.

Trató de usar sus manos para apartar a Yibo de ahí, pero al primer toque el hombre notó sus intenciones y le sujetó por las muñecas con fuerza, fuerza que aumentó hasta volverse dolorosa cuando explotó, al parecer fue sujetado con mas fuerza para que no pudiera evitar este increíble orgasmo que le habían regalado.

Todo le daba vueltas, estaba a punto de abrir la boca para reclamar cuando fue tomado de sus caderas, el miembro de Yibo entró de golpe en él, los gemidos de alguna bestia en celo volvieron a aparecer. Ya que estaba completamente llenó, comenzó ese movimiento ondulante que solo triplicaba el placer que ya estaba experimentando.

Yibo al fin se acercó mas a él, unió sus frentes y se observaron por un instante antes de que ambos terminaran, se dedicaron sonrisitas llenas de picardía; por la mente de Zhan ya pasaba el descanso que necesitaba luego de semejante ejercicio, de nueva cuenta Yibo no lo permitió, se incorporó lo suficiente y le dio la vuelta, esto lo tomó por sorpresa ¿cuánta energía tenía este hombre?

After The RainWhere stories live. Discover now