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Yang Si era en verdad un gran ser humano, tanto él como Zhuo Cheng, el chico que conoció en la universidad, le habían ayudado de manera asombrosa.

El primer paso que dio en Beijing fue buscar a los Mao, no sabía por donde empezar; entre un universo de personas, hallar a este matrimonio sería una mision titánica.

Los tres se esforzaban todos los días para saber algo de la familia Mao, Yang Si era quien mas avanzaba, ya que en su momento vendió un oleo a un mafioso de la ciudad. Creía que este hombre sabría si alguien de esta especie se había mudado recientemente a la ciudad. Pero el hombre, que si parecía saber sobre el señor Mao, se negaba a soltar información tan fácilmente.

Fue por este tiempo que Tang SiHao llegó desde a Chongqin. En cuanto lo reconoció se emocionó demasiado, tener cerca a uno de sus hermanos menores lo hacía sentir mas en casa, mas comodo.

Su comodidad duro apenas un par de meses. Al principio las cosas marchaban bien, Yang Si le consiguió empleo a SiHao en el consultorio de un dentista, sería el recepcionista ya que no tenía la educación para ser el asistente, pero a su pequeño hermano no le importó, estaba feliz de al fin tener un empleo y saber lo que era el mundo real, el mundo fuera de los muros del orfanato, que el primer día que se presentó al consultorio se despertó tres horas antes de lo normal.

Antes de que su hermano menor llegara a Beijing, Zhan y Yang Si se alimebtaban de lo que fuera, ya fuera comida instantanea o comida callejera. Zhan no sentía seguridad de preparar nada de lo que en su momento Xi Yi le enseñó, temía descomponer algun electrodoméstico de la casa y mejor fue adoptando las costumbres culinarias de Yang Si.

Sin embargo, SiHao no pudo con este estilo de vida lleno de comida chatarra y poco saludable. Un día de esos que Zhan y Yang Si salieron a investigar sobre el paradero de los Mao regresaban a casa totalmente agotados física y mentalmente cuando el delicioso aroma que provenía de la cocina los sorprendió.

Su hermanito se había encargado de prepararles algo decente con su primer cheque, la mejor comida de Zhan desde que había llegado a la ciudad, también fue la última cena en casa de Yang Si. La tarde del siguiente día escuchó a su benefactor y a su hermano menor haciendo eso en una de las recamaras de la casa.

No pudo despedirse de SiHao, Zhan sentia que era él el que sobraba en esa casa, era muy notoría la cara de idiota que Yang Si ponia cada que SiHao andaba por ahí revoloteando a su alrededor.

Terminó durmiendo algunas semanas en casa de ZhuoCheng, hasta que pudo rentar algo decente que pudiera costear con su cuenta estudiantil.

Después de esto, buscar a los Mao en Beijing fue mas lento debido a que ya solo ZhuoCheng y sus padres lo ayudaban.

Una mañana mientras esperaba el autobus hacía la universidad empezó a leer el periódico que un anciano leía a su lado. Su corazón casi se detiene para siempre cuando distinguió la cara del señor Mao en la parte trasera del periódico, arrebató de manera grosera ese pedazo de papel y comenzó a leer la nota de la que, en efecto, el señor Mao era el protagonista.

En esta crónica informativa se mencionaba que había sido capturado el asesino de Mao YunHan y su esposa.

El pedazo de papel resbaló de sus manos, quería gritar, pero su mandíbula se trabo, no podía mover la boca de manera adecuada.

La nota era clara, el señor Mao y su esposa estaban muertos, los habían asesinado un año atras en la comodidad de su hogar, así lo escribió el reportero, murieron en "la comodidad de su hogar".

Ese día no asistió a la escuela, ZhuoCheng y el señor Wang lo acompañarón a una dependencia de la policía. Gracias a ellos Zhan se enteró de los detalles de ese terrible crimen.

After The RainWhere stories live. Discover now