violemetro slenderman y zalgo y Jeff

Jeff sonámbulo 4/4 final.

Zalgo corría demasiado rápido, obviamente el carro no estaba y su nerviosismo no dejaba usar su magia.

Esa sensación horrible de pensar que puedes perder a tu hijo y no volverlo a ver nunca más, porque la vida tenía que ser tan injusta con un ser que aún no está ni cerca de la mitad de su vida.

Y lo peor de todo, porque hay tantas personas mayores que sienten placer al ver una vida tan pequeña quitarle su inocencia y lo más preciado que los padres temen que pasé, su virginidad.

Claro los dos ya se daban la idea que Jeff no era virgen desde hace ya mucho tiempo, pero no por el mismo, si no por la arrogancia de personas adultos que les placer ver cómo los niños pequeños se corrompen y se destruyen, haciéndoles pensar que son escorias sin sentido en el mundo y que pueden llegar a ser nada, más que esclavos apacionales para así ganar dinero.

— como está el?!!! — entró sin preguntar a aquella mansión, le importo un bledo saludar o hacer algo así, le importaba más su pequeño azabache que otra cosa.

— Zalgo, tranquilo — Slenderman, se acercó hacia el pero Zalgo lo apartó bruscamente.

— Donde putas está el Slenderman — era la primera vez que le llamaba slenderman, se sentía culpable por dentro y como no, prometió cuidar esa pequeña vida y ahora resulta que alguien se estaba apoderando de su pequeño cuerpo.

— Zalgo necesito que te tranquilices — El demonio se enojo aún más, tranquilizarse como, acaso era el único preocupado por Jeff, que acaso nadie entendía que lo mejor que podía hacer era temer por la vida de su pequeño.

— lo mejor sería que fueras y cheques el estado de mi Jeff!!! — Tender agarro los hombros de Zalgo y lo abrazo, claro no era para darle celos a su hermano, si no para que el demonio sintiera que no estaba solo y que estaban haciendo todo lo posible para salvar a Jeff.

— Tuvimos que borrarle la memoria a los tres.

— Que?!! — alejo bruscamente a Trenderman, Slender se acercó para abrazar a su esposo y brindarle apoyo.

— escúchame, Jeff ahora está bien, está un poco débil ahora y solo necesita descansar y saber que ustedes están bien.

La pareja no dijo nada pero lo que dijo Trender los atormento.

— No va a descansar hasta acabar con la vida de Jeff, seguirá contigo Zalgo, hasta consumir toda tu energía y tú magia.

— Que sugieres que hagamos? — ahora suspiraron con temor, temor a perder a Jeff y no molestarlo jamás.

— Tendremos que anestesiar a Jeff, solo por un mes, así poder drogarlo y hacerlo olvidar todo eso, eso vive dentro de la mente de el, solo es cuestión de que Jeff lo olvide y así poder destruirlo, como un pequeño insecto.

— No hay otra opción?, Drogarlo le podría causar algunos problemas — le pregunto slenderman.

— borrarle la memoria — los dos solo se exaltaron, claro tenía sus pros y sus contras, pero sabiendo que algún día volverá a recordar todo.

— escuché me bien ustedes dos, ese parásito que vive dentro de Jeff, se hará más fuerte con el pasar del tiempo, por ejemplo, ahora solo tormenta a Jeff cuando duerme haciendo que sufra de pesadillas y sea sonámbulo, ocasionando le así, que se lastime involuntariamente, depende de Jeff seguir sufriendo o no, pero también Jeff necesita tenerles confianza, por lo que veo, no les tiene.

— cálmate psicólogo, ya resolvimos todo, ya pueden llevarse a la hermosura — los tres se le quedaron viendo a Offenderman con extrañes.
— se dice gracias, estúpidos.

— que hiciste? — el de rosa y mirada sexual los vio con un sonrisa ingenua.

— el niño solo sufre de pesadillas por el estrés, es todo, no le pasa nada malo, si como les dijistes, cuando le borras la memoria a alguien en algún momento lo va a recordar, tarde o temprano, pero el no sabe nada, así que solo digan que son pesadillas, se puede manipular la mente de alguien y poner otra imagen, de un desconocido y ya, para que no piense que es tu clon slenderman.

— y ahora que hay que hacer? — Zalgo quería ir a ver como estaba Jeffrey.

— solo necesita descansar, y recuperarse de las heridas, no le pasó nada grave — Trender quería golpear al pervertido de su hermano, no podía creer que lo había superado en un tema básico para el.

— está bien, voy a verlo — Zalgo entro junto a slenderman en aquella habitación, el menor tenía heridas tanto leves como profundas, moretones, ojeras, y el labio partido.

— Esto es mi culpa — Zalgo solo se recostó en el pecho de su esposo, el también necesitaba descansar.

— estará bien slendy, te lo prometo — sin más, decidieron acomodarse en una parte de la habitación y descansar hasta que Jeff abriera los ojos, ya no tenían tanto miedo como antes.

— c-carajo,...d-dinde.estoy — busco con la mirada algo para poder identificarse, pero nada, no encontró nada, más que los dos idiotas que lo cuidaban, por lo menos no estaba solo, miro sus brazos y cambio la mirada a otras partes del cuerpo, donde también tenía múltiples heridas.

Se levantó de la cama y camino hacia Zalgo y Slenderman, les dio un beso a cada uno de los dos babosos dormilones y se acostó en las piernas de slenderman, sintiendo el frío del piso, sin duda estaba agradecido con esos dos, por haberlo cuidado y acompañado toda la noche, se quedó dormido con ellos dos.