Capítulo II

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Sabia que tener hijos era algo agotador, por esa misma razón me vi obligada a levantarme por segunda vez en la noche a eso de las tres de la mañana porque Diane estaba llorando, no me moleste en prender las luces de la casa, simplemente camine y cuando llegue al cuarto de Diane la tome en brazos para volver a la cama, acosté a Diane entre Adelina y yo y me dispuse a continuar durmiendo y para mi lastima me desperté porque Dai tenia uno de sus pies en mi cara, la moví y me acosté dándole la espalda y para cuando menos me lo esperaba una alarma estaba sonando, Dios que jodido es esto, es domingo y ponen alarma ¿Qué clase de idiotez era esa?

— Ad, apaga eso — hable media dormida mientras me movía con cuidado para darme vuelta en la cama, sentí una manos tomar mi cabello y jalarlo con fuerza — Diane me duele — le dije para que me soltara pero la chica no hizo caso alguno — Diane — le llame la atención mientras me tomaba el cabello para dejara de jalarlo.

— Maaa — fue todo lo que dijo la chica mientas movía sus manos y me daba golpes en la cara sin soltar el mechón de cabello.

— Oye suéltame, hay mejores formas de despertarme que esta — le dije un poco enojada y la chica me soltó — Gracias — le dije aliviada para levantarme de la cama.

— Maaaaaaaaa — escuche a Diane haciendo un puchero y yo la mire, Adelina ni se había movido de la cama, con suerte había apagado la alarma.

— Ya, dime ¿Qué pasa? — le dije sentándome en la cama otra vez

— Babababa aaaaa — eso significaba que tenia hambre y yo asentí con la cabeza

— Claro Obvio, vamos a la cocina — la tome en brazos y me dispuse a salir de la habitación.

— Deberías dejar que aprenda a caminar — escuche la voz de Adelina media somnolienta.

— Sigue durmiendo aun es temprano para que te pongas a decir que tengo que hacer — le dije con ironía y ella se levanto de la cama.

— Beso — me exigió y yo me acerque a ella para darle un beso en la mejilla.

— Este ser tiene hambre ¿Bajas en un rato mas? — le pregunte y ella me miro.

— ¿En serio le entiendes algo de lo que dice? — me pregunto y yo asentí con la cabeza — Voy al baño y bajo — me dijo para darme un beso en la mejilla y un beso en la frente de Diane.

Baje a la cocina y dejé a Diane sentada en la mesa, no en la silla, la senté en la mesa y me dispuse a sacar los cereales que le gustaban a ella, que prácticamente eran los mismos que comía Adelina a veces, en lo que Diane dejaba el suelo y la mesa llena de cereales yo hice un poco de desayuno, algo rápido, más que nada por que desde ayer que no tenía ganas de cocinar, Adelina apareció al poco rato con el cabello amarrado en una coleta.

— ¿Cómo dormiste? — Me preguntó y yo la mire un momento.

— Bien dentro de lo que se puede ¿Tu como dormiste? Anoche te moviste mucho — argumenté volviendo a lo mío para hacerle entrega de una taza de café.

— Si ando en mis días, lo normal — dijo tomando la taza — Sabes como me pongo con eso, más aún si me pones Dai al medio cuando lo único que quiero es abrazarte — Me dijo y yo asentí con la cabeza — Quería salir al centro comercial — comento y yo la miré.

— ¿En tus días? Creí que era mediados de mes, es más yo debería andar en mis días — cuestione y la verdad es que esos eran días para marcar en él calendario.

— Si ando un poco desfasada con eso — se acercó la taza a los labios.

— ¿Necesitas algo? Puedo ir al supermercado o a la farmacia — le ofrecí.

Las Madres de la MafiaWhere stories live. Discover now