𝙵𝚊𝚟𝚘𝚛.-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨

35.

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×Minutos antes.×

Brad salió de aquel edificio, seguido por el chamaco pesado. Se sentó en los escalones tomando aire. Tenía un lío en su cabeza, se quería matar. Saco su celular, metiéndose en galería. Anteriormente había pasado las imágenes de la cámara en su computadora para luego enviársela a su celular, observando las imágenes con curiosidad sintiendo como HT5 se sentaba a su lado muy cerca.

–¿Qué ocurre?.–Pregunto bajito el castaño oscuro. Abrazando sus piernas con timidez.

–No lo se, me siento mal por ellos....–Frunció el ceño, haciéndole zoom a las imágenes.

–¿Y que harás?.

–¡No sé! ¿Bien?.–Separo su mirada del móvil para observar al menor a su lado.–¿Puedes callarte?

El castaño cerro sus labios sorprendido. Hasta que una idea paso por su mente.

–Cállame tu....–Dijo coqueto. Sonriéndole.

Brad rodo los ojos, girándose completamente para ver al menor delante de el. Agarro su nuca con fuerza atrayéndolo hacia el, juntaron sus labios comenzando un beso desesperado. El cual no duraría mucho porque algo en el bosque llamó la atención del mayor.

–Ahí lo tienes, deja de joder.–Se separó sin mirar hacia el menor. Comenzó a caminar hacia los bosque curioso ¿Habia una luz ahí?.

Llegó cerca de la luz, miro hacia arriba la Luna se podía observar. La curiosidad lo mataba, levanto su mano para tocarla. Al pegar sus dedos la luz lo cegó.

"Hola MitNax, cuando tiempo, querido.

¿Quién eres?.

Soy la madre Luna.

¿Okey? ¿Por qué me siento raro?.

Estamos en un lugar que nos ayuda a conectarnos. Necesito que despiertes.

¿Despertar? ¿A que te refieres?

He notado que has leído el libro de la leyenda de los amados.

Si....

Tu eres ese ave, despierta. Necesitamos cambiar el destino."

Pestañeo confundido, ¿Q-que acaba de presenciar? ¿El ave... Era el? Un momento... ¡La canción! ¡Hablaba de el! Oh Dios. Retrocedió asustado, era mucha información.

Sin saber que había una rama detrás de el, se tropieza. Quedando tendido en el suelo, mirando atentamente a la Luna. En esta comenzaron a reflejarse unas imágenes, era el ave.

Y todo se aclaro, debía de salvar a esos jóvenes si o si. Se levantó con cuidado, corriendo hacia el edificio o cabaña, que sabía el, era algo raro. Pudo ver en la entrada sujetos con máscara apuntando a un drogado chico. Cuando se fue acercando de apoco, ellos lo apuntaron al el, levantando sus manos para que vean que es inocente.

–Se porque están aquí.–Elevó la voz para que todos lo escucharan.–Y déjenme decirles que los ayudaré, siempre y cuando sigamos mi plan.

–¿Quién nos asegura que eres confiable?.–Un chico con máscara de cebra se le acercó.

–Soy quien salvó a Armando de aquella vez.–Respondió con una sonrisa. Todos bajaron las armas sorprendidos.–Ya se sus identidades, así que no deben de tener las máscaras. Pero adentro están los responsables de esto y seguramente le dirán a la policía.