¿Qué tan altas eran las paredes?
A veces no se ocupa la inmensidad para construir un paraíso,
Solo se ocupa un sueño para ir por todo,
Como si la ira de dios tratará,
Como si el poder de los ancestros creciera,
Y entre los inviernos, solo el calor te abrazará
Ya que tienes a todo ese pueblo en tu cuidado,
Para que te dividas en una misma doctrina
Y entre los pasillos los colores se avivan,
Como si sus pasos flores plantará,
Y los ecos canciones tocarán,
Que, en condiciones, una reina tratará
Como tener esa corona entre trenzas
Y cada cimiento su nombre se grabará
Porque a cada uno que ayuda,
Incremento este legado que deja,
Los escritos que aumentan el valor de cada letra,
Como sus ropas oscuras,
Y cada vestido que luzca como gótica
Que, de unas escaleras baja,
El aura que brilla entre más crece
Esa hermosura clara,
¡Y que el castillo con esa presencia tiemble!
Que se manifiesta con cada palabra
Y que siga para todos siempre,
Que no deja que sus sentimientos mueren,
Como si de un ultimátum hablarán
Que no deja que el cambio en otoño la cambie,
Que conoce y espere que le den el mismo valor
Así como si exigiera ese mismo amor
No importa esa condición
Ni que de un simple trastorno tratará,
¡Que se mantiene fuerte y nada hará que sucumba!
Dividida e implacable no importe cual ira
Que salga y exponga,
La verdad de los mundos y que de realidades no faltan,
Que cada fantasía es más real y hace que vivan,
Los deseos de los individuos, solos y decaídos,
Pero en cada sala ella, no cura, pero orienta
Porque siente como son esas almas solitarias,
Que deambulan y se confusa,
Pero esta es la única reina,
La de confianza y de armas
La que de sueños aporta
Y travesías regala
La que ama y toca el alma
Que si te besa el corazón te calma
Pero es como gobierna,
Lo que a cualquiera enamora
Por eso ya tiene un reino propio y no lo abandona,
Que es fuerte, aunque este sola,
Que nada teme y a nadie le debe
Ante los brillos de ese sol en cada playa aproxima
Para sentir el cálido mundo,
En que la luz de la luna que al dormir una paz deja,
Y si los mundos chocan
Por su serenidad clama
No trata de crimen
Ni de contar injusticias,
No importa, si entre dolores gima,
Ni entre amores grita,
Es como ella cuenta la historia,
Porque de este castillo es la dueña
De como son parte de la matriz los grises
Y en cada campanada
Se divulguen las verdades en los filmes
Donde ella contempla
Y esas conductas estudia.
Que no importa que arda el infierno
Si no, como lucha para tener esa victoria
Y ser el poeta, que deje escrito por los siglos
Como todos leerán la historia,
De cómo obtuvo esta gloria,
Y como amando alguien conoció su cielo.
Que serán los años venideros,
Donde recuerden en sus momentos más íntimos
Como estuvo allí y les ofrecía una solución,
Así como a este caballero inspiro,
Y les dio musicalidad a los latidos de su corazón,
Para que le dedique letras conforme sean añejos los años
Que les habla de razón y no por error,
Ella era quien les otorgaba este poder y que no los derroto,
¡Que las guiaba al espacio y les daba lugar en el universo!
Así que,
¡Alaben a la reina!
¡Que como es hermosa y lidera, no descansa!
Como entre pasillos camina, charla y entre rimas ordena
Con esa cabellera y prendas rojas y negras. ¡Despampana!
Y todos ahí, escuchan sus consejos de sabiduría,
Nos revela, que las fantasías son parte de las realidades
El castillo que crezca en su nombramiento,
Con sus latidos, empiezan a ser un sonido de infinitos
¡La reina, que entre sus voces se hace una eminencia!
Y los invitados silencian los ruidos en sus almas,
La única que gobierna sin demanda,
¡La reina roja, que siendo parte de los infinitos se recuerda!