Embarazada y Sin Hogar

Capítulo 45

El POV de Uvaldo

"Yo estaba en una pandilla. Robaron un banco y mataron a alguien. Yo era el conductor del coche de la fuga". Cuando terminé de hablar, Jakoby me miraba con los ojos bien abiertos, sorprendido.

Mi pasado no era algo de lo que estuviera orgulloso, pero como mi esposa, tenía derecho a saberlo.

"Cuando tenía dieciséis años, uno de mis compañeros de clase me presentó a unos chicos. Me dijo que pagarían mucho dinero por conducir sus coches de ciudad en ciudad. No me pregunté por qué querían que condujera los coches, sólo hice lo que me pidieron porque necesitaba el dinero. Me pagarían 500 dólares sólo por conducir un coche de Harlem a China City. Ganaba 5.000 dólares a la semana. Eso era el doble de lo que mi madre ganaba al mes. Lo vi como una gran oportunidad para mejorar nuestras vidas. No tenía idea de que era una pandilla hasta que me pidieron que los llevara al banco. El caso nunca llegó a la corte, y por eso nunca terminamos de irnos." Los Ravens estaban liderados por los Giovannis, la mayor familia mafiosa de Nueva York y así fue fácil que las pruebas contra nosotros desaparecieran. Yo me libré fácilmente porque nunca llegó a mi expediente.

"Dejé la banda después de eso". Sólo lo dejé por lo devastada que estaba mi madre cuando se enteró de lo que había hecho. Cuando fui libre, me rogó que no volviera a hacer nada de eso, y le prometí que no lo haría. Para entonces, ya había ahorrado lo suficiente para pagar la universidad, así que fue fácil dejar el estilo de vida.

"Nunca se me ocurrió que habías sido parte de una pandilla. No pareces ser de ese tipo." La mayoría de los líderes de pandillas tampoco parecían ser criminales.

"No me di cuenta del hecho de que estaba trabajando con una pandilla. Nunca socialicé con los miembros. Sólo hacía lo que me pedían y me pagaban". Se me pasó por la cabeza varias veces investigar a la gente para la que trabajaba, pero no quería arruinar mis posibilidades de asegurar mi futuro. Mi único arrepentimiento por haberme separado de Los Cuervos fue el guardia de seguridad que murió en el robo. Su esposa estaba embarazada de cinco meses cuando murió.

Jakoby se encogió de hombros, "Me alegro de que ya no estés separado de esa vida".

Le sonreí y puse mi mano sobre la de ella, "Esta es mi vida ahora, y estoy feliz con ella".

...

Me pareció un reto concentrarme en el trabajo que tenía delante. No podía dejar de pensar en Jakobia. Anoche, cuando llegamos a casa, le conté mi mayor arrepentimiento en la vida, el asesinato del guardia de seguridad. Me obsesionó durante años saber que fui parte de un crimen que le quitó al padre de un niño. Especialmente porque sabía lo que se sentía al crecer sin uno. El niño tenía ahora once años, y su madre nunca se volvió a casar.

Jakoby no me juzgó. En cambio, me envolvió con sus manos y me consoló. Era exactamente lo que necesitaba. A veces me preocupa que la policía empiece a buscar viejos casos de los Ravens y vengan a buscarme. Para evitar eso, tenía que hacer pequeñas tareas para los Ravens de vez en cuando. Siempre estaré en deuda con ellos, no importa cuán poderoso y rico me haya vuelto, porque los Giovannis todavía serían diez veces más ricos y poderosos.

Jakoby besó todas las preocupaciones de mi mente. Me hizo olvidar todos mis problemas en segundos.

¡Dios, la amo!

Me encanta su sonrisa, su risa, su olor, su cuerpo. Me encanta todo de ella. La amé desde el momento en que puse mis ojos en ella.

Algo dentro de mí dijo: "Protégela".

Me alegro de que los matones la dejaran ir esa noche, y me alegro de que recordara mi oferta.

Me ha hecho tan feliz. No puedo esperar a pasar el resto de mi vida amándola y protegiéndola.