Epílogo (Serena)

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Quince años después

Una joven hermosa de ojos azules conducía un auto de último modelo mientras hablaba por uno de los micrófonos de llamada.

-- Te veré allá en dos horas Dawn, llegaré a tiempo, adiós -- apagó el auricular -- ahora sí díganme, ¿qué hicieron ustedes tres para que me llamara el director? -- miró a los tres niños por el espejo de enfrente mientras paraba frente a una luz roja.

-- No hicimos nada – respondió el niño pelimiel de ojos azules parecidos a los de ella.

-- No te atrevas a engañarme Eidan, el director dijo que te peleaste con uno de tus compañeros, ¿quieres explicarme porqué?

-- Ahora sí estás en problemas – se burló la niña castaña de ojos negros.

-- Tú ni hables -- reprochó a su hija -- mira que hacerte pasar por tu hermana... regresemos a ti, Eidan -- fijó su mirada en el mayor de los tres -- sigo esperando una respuesta.

-- Pero si no fui solo yo, los demás también se unieron.

-- Lo sé, pero los principales fueron tú, Heliot y los otros dos niños.

-- Te atraparon – se burló la segunda niña presente.

-- Esperanza, tú estás en problemas al igual que tu hermano y hermana. Apenas lleguemos a casa todos vamos a tener una plática seria – la luz cambió a verde y ella puso en marcha el auto.

Al llegar a su destino cuadró el auto, bajó junto a los niños cogiendo sus cosas y luego entraron a la gran mansión.

-- A la sala, los tres – los niños hicieron caso. En el gran sofá los tres se sentaron en orden, de mayor a menor con su madre al frente -- Ahora sí, vamos a hablar.

Antes de que ella continuara, la figura de una señora hizo presencia con una bandeja de pastelitos.

-- Llegaron temprano, ¿qué tal la escuela?

-- Hola Abuela – saludaron los tres niños en coro.

-- ¿Qué sucedió? -- preguntó de inmediato -- para que estén así con su madre cruzada de brazos y esa mirada es porque hicieron algo.

-- ¿Ya llegó Gary? -- le preguntó a su madre.

-- Todavía no, pero de seguro llega pronto.

-- ¿Papá también tiene que estar presente? – preguntó el mayor.

-- Sí, esto lo conversaremos los cinco. Hasta que llegue su padre suban a sus habitaciones, cambiense, empiecen a hacer su tarea y no bajen hasta que los llame.

-- Sí, mamá -- respondieron los tres de inmediato.

Las dos mujeres solo miraban como los tres niños subían las escaleras casi corriendo como si hicieran una competencia.

-- ¡Dios! -- suspiró la joven madre mientras pasaba una de sus manos sobre su rostro -- ¿qué voy hacer con ellos?

-- ¿Te vuelven loca? -- preguntó con burla su madre.

-- Sí, jamás creí que ser madre fuera tan difícil.

-- Ahora lo sabes, yo tuve los mismos problemas contigo y tu hermana.

-- Pero ellos son tres.

-- No es justificación, el hecho de que tengas a uno demás no hace tanta diferencia.

-- Tienes razón, ojalá y se hubieran quedado siendo unos bebés, en ese entonces no causaban tantos problemas.

-- Tal vez no, pero era mucho más agotador, aún recuerdo cuando nos dijistes que estabas embarazada la primera vez.

En Menos De Un Año Nos CasamosWhere stories live. Discover now