Capitulo 34:

21.1K 1.3K 111
                                    

¿De donde sacaste la vaca? -Le pregunto Alex a Leo.

Luego de lo sucedido en el pasillo, fuimos todos a la casa de los gemelos. Ahora estábamos todos alrededor de la mesa de pool, en una partida que se hacia eterna.

-Se la compre a un hombre raro en la plaza.

-¿Y para que la querías? ¿No era mas fácil comprar un perro?

El me miro y se comenzó a reír, luego desvió la mirada hacia donde estaba la vaca, recostada en el sofá:

-Enserio, Lucy, ¿quien no quiere una vaca de mascota? 

Era mi turno para tirar, tome el palo y lo apoye en la mesa, di un intento, pero el palo se fue para un costado, sin pegarle a la bola blanca.

-Eres pésima - Se burlo Nate. Le lance una mirada asesina y dio un paso para atrás.

-Yo te ayudo - Intervino Alex, se puso detrás de mi, pegando su torso a mi espalda, y me tomo de las manos, acomodandomelas en donde debían ir. Balanceo el palo para atrás y adelante, y la bola blanca rodó, golpeando la azul.

Sentí las miradas de todos encima, en especial la de Sam, que no dejaba de mirarme a mi y a Alex.Sabia que no debía entender nada, ni yo lo hacia, hace unos días lo odiaba a muerte y ahora me ando besuqueando a escondidas. Quien lo diría.

-Lucy, me acompañas afuera un segundo - Comento Sam, yo asentí y ambas nos alejamos de los demás.

Llegamos al patio, lleno de plantas y arboles. Me senté en una de las sillas que estaban junto a la piscina y admire la estatua de cartón de Micky Mouse y Pluto junto a un tobogán gigante.

Esto parece mas una guardería que la casa de dos "adultos", pensé.

Pero deje los juegos de arena de lado y me concentre en Sam, que se estaba sentando alado mio.

-Voy a ser directa ¿que mierda pasa entre tu y Alex?

La pregunta me tomo por sorpresa aunque ya sabia que era por eso que habíamos salido. 

No sabia que contestarle, si decirle que siempre me había gustado, que siempre había sentido algo por el desde la primera vez que lo vi. No sabia si decirle que deseaba besarlo como hice, que quería acariciarlo y tenerlo entre mis brazos desde la primera vez que me susurro al oído. No sabia que decir, así que simplemente, lo dije todo. 

Le conté lo que paso en su camioneta el día del robo, en como dormí abrazada a el toda la noche, en como me salvo de Noah, en la discusión en su cuarto, su opinión sobre mis pecas, su propuesta, el beso de la mañana, lo sucedido en el baño, todo, se lo conté todo.

¿Porque lo hice? Por dos razones:

La primera era que debía contárselo a alguien, debía hablar sobre lo que sentía antes de que reviente en mi estomago.

La segunda, Sam era mi amiga y sabia que podía confiar plenamente en ella, sin que me juzgue por mas estúpido que le paresa.

Cuando se lo termine de contar, Sam simplemente se quedo callada, mirándome y analizando la información.

-¿Que dices? -Le pregunte tímidamente, ella subió la vista y me miro a los ojos, estaba seria y aun no hablaba.

Se paro lentamente de la silla, haciendo un ruido horrible con las patas de estas y el piso. Dio dos pasos a mi dirección, aun sin ningún gesto en el rostro.

Empece a pensar que quizá me había equivocado, que quizá si me juzgaría mal. 

Pero todos esos pensamientos se rompieron cuando se le dibujo una sonrisa en el rostro y se tiro arriba mio, abrazándome. 

Por un segundo todo me pareció perfecto, Sam me apoyaba y eso me sacaba un peso de encima, pero mi cara se puso de piedra cuando nuestro peso era demasiado para la silla, y esta se fue para atrás, haciendo que nos caigamos de lleno en la pileta.

Ahogue un grito y me comencé a reír, al ver la silla rota en la pileta y a Sam nadando de un lado a otro como un perrito. Aunque la risa era mas de alivio que de todo eso.

-¡BOMBA! -Gritaron desde nuestras espaldas, me di vuelta y vi a los gemelos tirándose a la pileta con la vaca en correa. 

Busque a Alex con la mirada, pero no lo encontraba por ningún lado. En ese momento sentí que me tomaban de la cadera y tiraban de mi hacia abajo del agua.

Me sumergí y di un giro, me encontré a un Alex submarino, sonriéndome, haciendo burbujas con la boca.

Lo tome del cuello y lo bese. 

Pero tuvimos que cortar el beso antes de ahogarnos, cuando salimos, vimos a la vaca nadando como perrito de un lado a otro.

-Ven, manchitas, manchitas - Le gritaba Nate a la vaca

-¿No se llamaba tiro al blanco?- Pregunto Alex

-Si, pero descubrí que no es macho - Le respondió Leo, tapándose un lado de la boca con la mano.

-¿Como aprobaron primaria?- Esta vez pregunto Sam.

Nate se tiro sobre ella, haciendo que medio se hunda, pero la sujeto de la cadera y ella lo rodeo con las piernas.

-Copiandonos- Le susurro en la boca, comenzando un largo y salvaje beso.

Leo los miro y luego nos miro a Alex y a mi, hizo un puchero y dijo:

-Estoy solo...¡Solo me quedas tu, vaquita!  

Y se tiro arriba de la vaca.

MUUUU - Se escucho por todo el patio.

-----------------------------

Pss,quiero una vaca ¿Quien me la compra?

BiBigReaderOK

Guerra de idiotas.Where stories live. Discover now