2041Soobin se desperezó estirando cada músculo resentido, joder, sentía la espalda más rígida que una tabla y los huesos de la columna crujían en cada estiramiento. Entonces, una de sus manos chocó rudamente contra la dura superficie que le proporcionaba un no tan buen escondite.
-¡Auch, maldición!
Abriendo los ojos con fuerza se fijó en que este no era su cuarto y en que tampoco era el sofá en el que estaba acostumbrado a despertar. El olor de su ropa trajo recuerdos que hubiese preferido olvidar, recuerdos de un cuerpo cálido amoldándose a su costado. Ahora todo lo que podía sentir era frío y dolor, lo peor de todo fue que quizás no hablaba solamente de su cuerpo, sino que iba más allá, la fea sensación le llegaba hasta el corazón.
Escuchó el freír del aceite sobre algún sartén. La pequeña Winifred entró desde el jardín y se metió debajo de la encimera en el espacio vacío junto a Soobin, la naricita mojada tocó su mejilla y la lengua áspera le dio una larga lamida. Soobin empujó el rostro peludo y luchó por salir de debajo de la mesada.
Encontró a su appa tarareando una canción frente a la cocina. La hornalla encendida desprendía una llamarada azul que hacía burbujear el aceite. La espátula mandó al aire la comida y luego de regreso al sartén. Girando despacio Jaemin le sonrió de manera familiar.
-Por fin estás despierto, creí que dormirías todo el día ahí abajo.
Soobin gruñó, arrastró los pies hacia el refrigerador de dónde sacó una botella de fresco jugo de naranja y se lo terminó en tres largos tragos. Eso no logró aliviar el ardor de su garganta, ni siquiera desvió el aroma que persistía en su nariz. Entonces se giró, y lo que allí encontró trajo el impulso de volver corriendo a esconderse.
Era como si viese en vivo y en directo la representación de un sueño que tuvo hace algunas noches atrás. Allí, sentado al otro lado de la larga mesa en el centro de la espaciosa cocina, YeonJun se encontraba sorbiendo de una infantil taza con la imagen de un lobo caricaturesco. Llevaba la misma ropa que el día anterior y parecía ajeno a lo que sucedía a su alrededor, simplemente suspiró cuando Soobin arrastró una silla y se sentó frente a él.
Soobin estaba indeciso entre escapar rápidamente y observar con recelo aquellos ojos claros como un día despejado, que reflejaban como iluminando un cristal los fuertes rayos de sol entrantes a través del ventanal.
-¿Quieres un poco de café?- le preguntó Jaemin.
Soobin negó, desviando la vista justo a tiempo para ver aparecer a su padre en la cocina con su sonrisa habitual, aunque esta vez Jeno cargaba en la mirada una inconfundible seriedad que Soobin acostumbraba a notar cuando algo andaba mal. Bueno, ser sorprendido por tus padres durmiendo con el novio de tu hermana podría entrar en la definición de "mal". Joder, necesitaba un baño urgente y una aspirina para el dolor de cabeza, quizás se recostaría el resto del día en el sofá y miraría películas tan malas que dieran risa.
Sip, ese sería una día genial, pero los exámenes comenzaban esa tarde y si no llegaba a tiempo o decidía faltar, correría el riesgo de no recibir su título en medicina antes de cumplir treinta años. Bueno, maldita sea, la vida universitaria ya era lo bastante dura como para sumarle el ser un híbrido con criaturas malignas persiguiéndole para arrancarle el corazón.
Posó una vez más la mirada sobre YeonJun y se imaginó como sería su vida en la manada. Nunca habían hablado realmente, la mayoría de sus conversaciones comenzaban discutiendo y terminaban... de la misma manera, pero con insultos en la ecuación. Apretó el borde de la mesada cuando escuchó los gruñidos provenientes del animal que habitaba en el fondo de su mente.

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ETERNUM
Fanfiction🌙3ra parte. Estoy tan cansado de buscarte, encontrarte y volverte a perder. A veces creo que no puedo seguir con esto. Pero continuo, te sigo a todas partes y en cualquier tiempo, porque esto es lo que soy, eternamente tuyo. 🌙Hermosa portada...