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El joven castaño juraría haber escuchado un gemido, sin embargo negó eso y mandó todo a la mierda acercándose hacia JungKook, quien con una risita se escapa de los dos Alfas y se aleja caminando entre las personas hasta llegar a las escaleras que llevaban hacia el segundo piso. Por desgracia logró ver a Yoongi muy ocupado hablando con Jimin, un supuesto compañero del trabajo.

'Otra vez él', pensó.

Sabía muy bien que a Jimin siempre le gustó Yoongi, la manera en que lo miraba y le sonreía era muy obvia. Cualquiera podría notarlo. También sabía que los sentimientos de Yoongi eran correspondidos. Por eso siempre vivía con la duda de que Yoongi lo estaba engañando con Jimin, sin embargo nunca dijo nada al respecto. Después de todo, ellos mismos decidieron salir juntos sin comprometerse, JungKook iba de visita a su casa y de vez en cuando pasaba la noche con él pero sólo eso, aunque... en aquella relación no estaba permitido acostarse con otras personas.

Temiendo ser visto por ellos, se voltea y rápidamente ingresa por la puerta que tenía más cerca. Estaba a punto de cerrarla pero la misma se abrió pocos segundos después ya que alguien había ingresado justo detrás de él.

JungKook no se sorprendió demasiado al ver a TaeHyung. Ignorando sus recientes preocupaciones se acercó hacia él y el castaño hizo lo mismo. Cuando sus cuerpos están lo suficientemente cerca el uno del otro, JungKook es el primero en actuar. Lo abraza por el cuello y esta vez no pierden el tiempo viendo sus labios, en las últimas horas que llevaban juntos ambos conocieron muy bien el camino hasta ellos.

TaeHyung sujetó sus mejillas con cuidado y admiró una vez más su sonrisa antes de inclinar ligeramente su rostro y besarlo con tantas ganas que cada movimiento dolía. Se apartaron por unos segundos para mirarse y quizá usar la poca cordura que les quedaba para hacer lo correcto pero la respuesta estaba muy clara. Se rieron mutuamente con complicidad y volvieron a besarse esta vez con más ímpetu. Los labios de JungKook estaban fríos y aún tenían un ligero sabor a licor de frutas pero el calor ardiente de los de TaeHyung era suficiente para hacerlos aumentar rápidamente su temperatura.

Sin deshacer el beso, las manos del castaño ahora descienden por las curvas de su cintura hasta llegar a sus caderas. Las sujeta con posesión y camina hacia adelante. JungKook se deja guiar y retrocede acertando cada paso con gran agilidad hasta que su espalda impacta contra las puertas gruesas de un armario antiguo de madera oscura, enrolla los brazos alrededor del cuello del Alfa y gime en medio del beso.

Ambos tenían muy en claro que lo que hacían no estaba bien, por supuesto que no era lo correcto, sin embargo el sabor de lo prohibido era más dulce que la miel.

TaeHyung empieza a desabotonar la camisa del pelinegro con cuidado y rapidez a la vez. Sin quitarle la ropa, sólo deja su pecho desnudo y se deleita observando y acariciando lo suave y nívea que era su piel, le echa una mirada a su cuello y nota que no hay ni un pequeño rastro de alguna mordida. Aquello lo alegró más de lo que pudo imaginar. Comienza a besar la piel de su cuello, descendiendo con tiernos besos hasta su clavícula.

Ante cada toque JungKook gemía, fundiéndose en lujuria mientras revolvía sus cabellos castaños y aspiraba su aroma. TaeHyung lo levanta por la parte trasera de sus muslos y vuelve a besarlo. Cada beso era descuidado y vulgar, JungKook empezaba a creer que no podría detenerse. Las feromonas de un celo que no tardaba en llegar estaban muy alborotadas. Su lobo le pedía a gritos sexo, se encontraba muy impaciente e incómodo; y el Alfa lo comprendió de inmediato. Por la manera en como rozaba su entrepierna contra la de JungKook y aun como fingía embestirlo por encima de su ropa, era bastante obvio que él moría de ganas por ayudarlo.

Se fueron un poco más al fondo de la habitación, exactamente cerca de las enormes ventanas que enseñaban el precioso paisaje nocturno.

Nuevamente, TaeHyung vuelve a arrinconarlo contra la pared cerca de las largas cortinas color vino. JungKook se desespera y sus manos ahora se sumergen debajo del blazer del Alfa para jalar de su camisa y quitarla de adentro de su pantalón. Mientras continúan un beso muy apasionado, ambos se ven obligados a detenerse cuando escuchan el sonido de la puerta abrirse. Se esconden juntos detrás de las gruesas cortinas que llegan hasta el suelo y JungKook presiona sus labios para no reír.

Propuesta Indecente ❀vkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora