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Draco Malfoy.

Estaba en mi habitación por la tarde leyendo un libro, me rasque la ceja mientras seguía la lectura, la puerta se abrió dejando ver a Amélie, sonreí mientras bajaba un poco mi libro.

—¿Qué estabas haciendo cuando salimos de clases?—le pregunte mientras ella se sentaba a mi lado.

—Estaba ayudando a Theo a escoger un regalo para Blaise.—explico.—¿Qué estabas haciendo?

—Leía un libro.—lo cerré dejándolo en mis muslos.— ¿Le va a regalar algo?

—Para navidad, aunque aún falte mucho tiempo. Dice que quiere tenerlo listo.—soltó una risita.—Me da mucha ternura.

—Theo es la persona más indecisa, mucha suerte con eso.—dije incrédulo.

—Te doy la razón, estaba apunto de ponerse a llorar por qué ninguno de los regalos que le decía le gustaba.—sonrió cortamente.

—Me imagino.—murmuré, hice a un lado su túnica poniendo mi mano en su muslos acariciandolo.—Te he extrañado....

Ella bajo su mirada a mi mano, mordí mi labio.

—¿Qué hiciste, Malfoy? ¿Por qué tienes la mano así?—preguntó preocupada sosteniéndola.

—No hice nada.—dije tranquilamente.

—¿Te peleaste?—me miró.

—No...—murmuré, pero ella no dijo nada.—Bueno, puede que sí. Pero nada grave... veme... estoy bien.—sonreí enseñándole mis mejillas.

—¿Por qué te peleaste?

—Por unas cosas.—dije sin interés.— Mejor cúrame...—me incline hacía ella queriéndola besar pero se hecho para atrás.

—¿Qué no, no te había pasado nada?—preguntó incrédula, resople.

—Entonces un premio por haber ganado.—volví a decir inclinándome pero me puso la mano.—Amor....

—¿Con quien te peleaste?—volvió a preguntar.

—Con nadie interesante.—dije, ella se apretó sus labios como si estuviera pensando unos segundos. Después ella me quito el libro de mis manos dejándolo en la mesita y se subió arriba mío, sonreí, agarro mi corbata y la jalo acercándome más a ella. Entre abrí mis labios y la mire. Posicione mis manos en sus caderas pero ella me las quito.—Hey...

Se inclinó un poco hacia mi aún jalándome de la corbata, miró mis labios, los humedecí mordiéndolos, una vez que estaba a centímetros de mi boca cerré mis ojos.

—¿Me dirás con quien te peleaste?—preguntó en mi oído, sentí como se me erizos piel.

—No...—dije aún con los ojos cerrados, esperando que me besara. Pero ella se levantó de arriba mío, abrí mis ojos, se bajó de la cama queriéndose ir de la habitación pero me apresure alcanzándola sujetándola de la cintura llevándola a la cama, la recosté y sujete sus muñecas mientras me subía arriba de ella.

—No puedes venir y hacerme creer que me vas a besar... para después irte, cariño.—susurré manteniendo contacto visual con ella.— Eres una chica mala.

—Malfoy, no te besare por que no me quieres decir con quien te peleaste.—respondió levantando sus cejas, sonreí relamiendo mi labio inferior.

—¿Así que me vas a castigar tú a mi?—preguntó burlonamente.

—Sí.—sonrió.

—No vas a soportar estar sin mi...—murmuré.—Vas a venir a mi pidiendo que te haga mía, Amélie. No te conviene jugar.

—Soy buena jugando, y soy mucho mejor que tú.—replicó ella.—No te tengo miedo.

—Lo veremos.—sonreí aún más, soltando sus muñecas y levantándome, ella se sentó en la cama.—Ya lo veremos.

—Perderás.—dijo confiada.

—Corazón, que linda eres.—reí.— Yo puedo soportarlo, de verdad.

—Veremos.—se levantó y palmeó mi hombro.—Nos vemos mañana.

—¿Ni un beso de despedida?—pregunte volteándola a ver, ella abrió la puerta y me miró.

—Ya estarías perdiendo.—dijo dando un paso hacia adelante pero se quedó quieta.—Oh, y me enteraré de alguna forma a quien le pegaste, pondré a Blaise a investigar.

—Eso no se vale.–me queje.—Zabini se lleva con todas las casas, va a saberlo en menos de una hora.

—Lo se.—afirmó.— Y lo mejor es que terminarás perdiendo nuestra apuesta, y si eso pasa...—se quedó callada.–... lo sabrás hasta que pierdas.

—Bueno, Te quedarás esperando.—me cruce de brazos.—¡Yo puedo hacerlo!

—Claro, claro.—se rió.—Hasta luego, huroncito.

Y sin más, salió de la habitación cerrando la puerta tras ella. Suspiré y metí mi mano en el bolsillo del pantalón acomodándome ahí abajo para volverme a acostar agarrando el libro que había dejado Amélie en la mesita.

—Claro que podré aguantar, soy un Malfoy, no somos débiles.—me repetí a mi mismo mientras habría la página donde me había quedado.

Horas antes.

Iba caminando junto con Crabbe y Goyle cuando vi que un grupo de cuatro estudiantes de Hufflepuff se acercaron a mi.

—Malfoy.—pronunció Justin.—Tenemos que hablar.

–¿Y yo que tendría que hablar contigo?—pregunte viéndolo con desagrado.

—¿Por qué sigues jugando con los sentimientos de Anna después de que estás en una relación con Amélie?

Me quedé quieto, los miré a los cuarto, volteé a ver a Crabbe y Goyle, y nos soltamos a reír.

—Dile a tu amiga, Anna.—dije burlonamente.— Que yo ya hace tiempo le dejé las cosas en claro, que no mande a su mini ejército tras mi, cuando lo único que se inventa son estupideces.

—No vuelvas a hablar mal de ella.—dijo entre dientes Justin.– Eres un idiota, nadie entiendo por qué Amélie sale contigo, si eres alguien que solo se preocupa por si mismo, y no le importa lastimar a los demás.

–Vaya, que miedo, que dolor lo que me estás diciendo.—dije cruzándome de brazos.— Se ve que solo te dejas llevar por lo que ves o otros te dicen ¿o me equivoco, sangresucia?

El dio un paso queriéndose abalanzar sobre mi, pero sus amigos los agarraron, me solté a reír aún más.

—Espero Amélie te engañe, y se de cuenta que no vales la pena, Malfoy. Lo único que le estás haciendo es daño, y pronto te darás cuenta.—afirmó, deje de reírme y mire hacia un punto fijo mientras fingía que estaba pensando.

—No recuerdo haberte preguntado sobre mi relación, sangresucia. Estábamos hablando de la obsesión que tiene tu amiga Anna conmigo.

Y eso bastó para que el chico me quisiera soltar un golpe pero me eche para atrás, apreté mis labios, me acerqué a él a paso firme succioné un poco mi mejilla y sonreí, levantando mi puño golpeándolo directamente en la nariz haciendo que tambaleara y sus amigos soltaran un chillido de preocupación, me volví a acercar volviendo a golpear pero ahora en el ojo, no dándole tiempo de que el me lo regresara.

—Toma tu distancia, no querrás quedar igual que Weasley. Dile a Anna que deje de hablar de mi, y de Amélie, que todos sabemos la clase de persona que es, y no le voy a soportar ninguna otra cosa. Que te quede bien claro, sangresucia. No te vuelvas a acercar a mi, no vuelvas a mencionar a Amélie, no vuelvas sin siquiera voltearnos a ver qué no te tengo miedo.—dije entre dientes apuntándolo, el solo me miró mientras se sostenía la nariz, me di vuelta caminando de regreso a las mazmorras mientras Crabbe y Goyle me seguían.

Tenías que ser tú. |Draco Malfoy| TERMINADA. [#1]Where stories live. Discover now