¿Me enamoré de una villana? - UrarakaXToga

Cap. 5 - El pasado de Himiko

   Eran las 2AM. Ochaco había esperado a que todos de la clase 1-A se hayan dormido para poder escabullirse a la dirección que Toga le había enviado durante la tarde.

En la calle no había mucha gente y pasaba un auto cada mucho tiempo. Las luces de los faroles y los negocios abiertos las 24hs iluminaban el andar de la alumna. Hacía calor, así que no estaba muy abrigada.

Siguió caminando hasta llegar a un callejón. ¿Esta es la dirección que le había dado Toga? Qué raro, acá no hay nada. ¿Por qué la traería a un callejón? ¿Será que...?

- WAAAA – Toga saltó desde atrás y le dio un fuerte susto a Uraraka -. Jajaja, perdón bombón, solo quería molestarte. Estás muy linda.

- Casi me matas del susto – respondió Ochaco con una mano en el pecho y la respiración agitada.

- Jijiji, perdón.

- ¿Por qué me hiciste venir a este callejón?

- Porque quiero llevarte a un lugar especial para mí. No está muy lejos de acá. Seguime.

Acto seguido, Toga tomó la mano de Uraraka y comenzó a llevarla hacia el lugar. Himiko llevaba puesta una remera holgada y Ochaco una musculosa con un short de jean. Ambas empezaron a caminar entre los faroles en silencio.

- ¿A dónde estamos yendo? – preguntó Ochaco.

- Es un lugar importante y quería mostrártelo – respondió la villana -. No te asustes. Te prometo que no te estoy llevando a ningún lugar raro.

- Okay, te creo.

Siguieron caminando hasta que Toga frenó en frente de... ¿una casa abandonada? Ésta estaba oscura y tanto su puerta como ventanas estaban llenas de tablones de madera. Era vieja y tenía la pintura descascarada. Un poco asustada, Uraraka preguntó:

- Himiko... ¿qué es este lugar?

- Esto, Ochaco-chan... era mi hogar.

Uraraka se sorprendió con su respuesta. Al saber esto, la casa abandonada tenía un poco más de color.

- ¿Por qué me trajiste a tu antigua casa? – preguntó Ochaco.

- Veni, entremos – exclamó Toga, ignorando por completo la pregunta.

La villana tomó de la mano a su compañera y se dirigió hacia la puerta. Ella comenzó a tirar del picaporte, el cual cedió fácilmente. Con un gran rechinido, abrieron y pudieron ver el interior. Si bien estaba abandonada, los muebles seguían en posición como esperando a que el dueño retorne al hogar. Estaban llenos de polvo, sí, pero en perfecto estado. En frente había unas escaleras. Himiko agarró rápidamente la mano de Uraraka y subieron a toda velocidad por ellas.

Una vez en el piso de arriba, la villana abrió una puerta y entraron a una habitación. Esta tenía las paredes de un color rosa fuerte el cual, debido al a humedad, se había deteriorado. Había varios peluches desparramados por el suelo.

En un costado, había una cama con solo un colchón. Toga fue corriendo y se abalanzó sobre él, cayendo tiernamente sobre su rostro. Levantó su cabeza y miró a Uraraka, a quien le dijo:

- Ésta solía ser mi habitación y ésta solía ser mi cama.

- Oh, que linda – exclamó Ochaco mirando para todos lados -. Te gustaban los peluches por lo que veo.

- Sí, me encantaban y me siguen gustando.

- Pero... ¿qué pasó acá? ¿Por qué está todo tan abandonado?