Capitulo 3 | ¿Amigos?

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La semana paso de manera lenta sin tener ninguna noticia sobre la presentación en el Orpheum. Ni siquiera había podido hablar con Rose ya que según mi madre ella y la banda en la que estaba se encontraban en la parte más importante en cuanto a las grabaciones de su disco.

—¿Enserio no asistirás a la fiesta?— me pregunto Nicol el jueves al término de mis clases.—Ayer fui a la cochera de Sunset Curve y les dije que tal vez asistirás. Déjame decirte que aún cuando lo disimuló, se que Luke espera que estés ahí.—comento como si nada en un intento por llamar mi atención.

Suspiré desolada, no estaba de ánimos para nada. Si los chicos tocarian en esa fiesta el viernes era más que obvio que no le habían parecido buenos a Richard.
Ni siquiera como representante servía, al parecer mis límites aún seguían teniendo estragos.

—Lo siento pero estoy agotada Nic, disfruta de la fiesta por mi—le dije encaminando me hacía la salida.—Creo que pesqué un resfriado, si no vengo mañana al escuela ya sabrás por qué fué.—mi amiga suspiro y quitó los seguros al auto.
Amabas subimos pues ella solía llévame a casa, no hizo comentario alguno en todo el camino solo me dejó contemplar las calles por la ventanilla del auto.

—Vale mejórate pronto, si necesitas algo llámame.—me dijo deteniendonos en mi casa.—Si cambias de opinión sobre la fiesta o si simplemente quieres hablar cuentas conmigo.—sus palabras me conmovieron hasta el punto de querer contarle todo. Pero no lo hice, ya bastante tenía sintiéndome como basura con los chicos como para cargar con la decepción de Nicol.

Esa noche no pude dormir, apenas y había pegado un ojo. Cuando mi madre fue a despertarme para el colegio fingi estar enferma para no asistir.
A medio día me dió hambre así que tome mi bicicleta y salí por algo de comida.
Mi mente estaba tan dispersa que cuando reaccioné estaba dos calles delante del supermercado.
Por alguna razón pase más calles que solo esas dos, no sabía que hacía, simplemente me detuve frente al Orpheum.
Mire el lugar con anheló y miles de recuerdos me llevaron a la época en que l queríamos formar una banda, no teníamos un nombre ni siquiera teníamos buenos instrumentos pero una cosa si teníamos segura.
Algún día el Orpheum sería nuestro pasaje a las estrellas.
Una lágrima traicionera rodó por mi mejilla y la limpió dispuesta a marcharme.

—¡Lia, espera!—la voz de Rose me detuvo.—¡Que bueno verte! Tengo algo que contarte— me grito del otro lado de la calle, mientras baja de su auto y corría hacia mí.

—Hola Rose, que bueno verte.—le dije dándole un abrazo.—¿Que ocurre?—le cuestione de manera educada al notar lo importante que era para ella contarme.

Ella sonrió felizmente y me extendió unos boletos y credenciales de acceso al Orpheum.

—Espero verte mañana aquí.—me explicó.—el show inicia a las nueve pero puedes estar aquí antes gracias a los pases. Richard me pidió que te los diera personalmente, iba a ir a tu casa está tarde para dartelos, pero es bueno ahorrarme el viaje.—suspire aún más decepcionada, seguramente se los habían dado para compensarme por no aceptar a Sunset Curve.

—Gracias por la invitación.—le dije intentando regresarle los boletos.—Pero la única banda que deseaba ver en Orpheum era para esta noche pero supongo que no fueron del agradó del organizador.—suspire frustrada al ver el nombre de otra banda en el letrero principal de Orpheum.

Ella me miró con una mezcla de extrañeza y gracia como si creyera que yo le estaba jugando una broma o algo así.

—Lia, dime por favor que si eres amiga de Sunset Curve.—me miro expectante a mis respuestas.

—Por su puesto que si, los conozco desde hace mucho. Si no ¿por que me arriesgaría a ser atrapada por mi madre?—le comenté igual de confundida que ella.

Unsaid Luke|Julie and the phantomsWhere stories live. Discover now