•Capitulo 12•

316 23 20
                                    

Santuario

-¡MALDITA SEA! - golpeé fuertemente la pared incluso haciendo que mis nudillos sangraran.

Después de que sentí latir mi corazón, huí.

No quería sentirlo más, solo fue instantáneo. Un latido solamente, después, me fuí. No podía estar más ahí, no quiero tener una debilidad.

No sé si volver. Tal vez lo mejor sea mantenerme alejado por un tiempo. Camine aún con fuertes pisadas hasta la habitación donde tenía varios recuerdos de mi familia, objetos y otras cosas.

Abrí la empolvada puerta y escuché su rechinar. Un poco de polvo se filtro por mi máscara y me hizo toser unas cuantas veces así que la retire sin problema alguno, después de todo estaba dentro de mi castillo, estoy a salvo.

Me dirigí a unas estanterías llenas de libros, en medio de esta había unas puertillas las cuales abrí para sacar un libro desgastado. Su portada ya estaba rota y el solo abrirlo desprendió una ráfaga de olor a viejo. Empecé a ojear las delgadas y deterioradas hojas. Es un libro que habla absolutamente todo sobre los vampiros, lo verdaderamente cierto claro está.

De un momento a otro sentí una presencia acercándose detrás mío así que cerré de golpe el libro. Sabía quién era, no tenía razones para ponerme a la defensiva, solo quería esconder el libro, cosa que no logré cuando la escuché hablar.

- Así que...lo encontraste... - menciona la voz de Elmira.

- No se a que te refieres - aún le seguía dando la espalda evitando que viera el libro en mis manos.

- Bueno...por fin tienes curiosidad de leer sobre tu origen y...tu otra mitad

- Sé de donde vengo, tampoco tienes que venir de sorpresa. Bien puedes espera afuera de mi castillo

- ¿Y esperar a que nunca salgas? No gracias. ¿Qué tienes ahí? ¿Es lo que pienso? - lo último lo pregunto con un poco de burla.

- No es nada interesante, solo un recuerdo. - Dejé el libro de nuevo en su lugar y me di la vuelta cruzando los brazos.

- Conmigo no tienes que fingir - se tapo la boca para evitar reír. - Lo se, lo ví todo. Se ven tan lindos - terminó pronunciando con ternura.

- No se de que hablas - camine saliendo de la pieza tratando de ignorar lo que me decía.

- Vamos. Sabes perfectamente bien de que estoy hablando

- No lo sé no me molestes mas con ese tema. No hay nada que discutir

La escuché suspirar rendida. No quiero hablar sobre "mi otra mitad" simplemente es absurdo que me haya tocado con un hombre humano. No lo entiendo, tengo muchos recuerdos sobre mi raza pero jamás ví a alguien emparejarse con su mismo género. Sacudí mi cabeza sacando esos pensamientos. Le estaba prestando mucha importancia.

- Bueno, no solo venía a hablarte de eso. Hay otro tema preocupante.

Pare en seco a mitad de pasillo y gire para verla atento. - ¿Qué pasa?

- Tengo la sospecha de que alguien te ha estado siguiendo. He notado una presencia casi imperseptible

- ¿Casi? Yo debería sentirla si está cerca de mi

Opuestos - Deriva x SantuarioWhere stories live. Discover now