9

22.3K 2.6K 1K
                                    

Arillo

—Ah, buen día calabacita —hablé burlesca al ver que abrió sus ojos.— ¿Buen sueño?

—¿Qué...? —respondió ronco.

Casi me ahogo con mi café al escucharle. ¡Dios mío, que voz, que hombre!

Aclaré mi garganta y actué como si no hubiera tenido afecto en mi su voz.

—T-Te... te... Viniste a altas horas de la madrugada en mi apartamento todo lastimado. Como verás, te salvé el pellejo —señalé con mi mirada su cuerpo. Este frunció sus cejas y levantó su remera viendo parte de su abdomen vendado al igual que en otras partes de su cuerpo—. Puedes pagarmelo no viniendo más a mi apartamento, gracias —di un sorbo a la taza.

Rió profundo y corto.

—¿Y quién te pidió que lo hicieras, dulzura? No te debo nada. Tú patética "alma bondadosa" lo hizo, yo nunca te pedí que hicieras nada por lo tanto seguiré haciendo lo que se me da la gana.

Apreté mi mandíbula con fuerza, cerrando mi boca. Tiene razón. Tiene toda la maldita razón. ¡Yo y mi maldita bondad!

—Tch. De todas formas soy enfermera. Seas villano o héroe, no puedo permitirme que mueras. Al fin y al cabo eres una persona y yo como parte de la unidad de salud, debo hacer mi trabajo dejando a un lado mis creencias u opiniones.

—Son tan idiotas todos —negó divertido, levantándose con cuidado. Oí algunas quejas salir de su boca—. Esas estupideces que siguen. Solo hagan lo que quieran y ya. Que aburrido es ser parte de la "correcta" sociedad.

Me encogí de hombros.

—Tú eres partes. Te guste o no, lo eres. Solo que... digamos que no te importa la otra persona solo tú.

—Wow, que inteligencia hay en este lugar —miró por todo mi apartamento.

—Imbecil.

—¿Por qué... —dejó caer su pesado cuerpo en el sofá, haciendo muecas de dolor. Descansó unos segundos y volvió a respirar agitado— por qué no eres héroe? ¿No sirve tú burbujita? —se burló.

—¿Por qué eres villano?

Rió seco pero con gracia.

—Asuntos familiares.

Lo miré inquisitiva. Si no habla, es porque no debe querer hablar de eso... <<tarde o temprano, voy a hacer que me cuentes, Dabi, del porqué elegiste esto para ti>>

—Bueno, lo mío fue por elección y más que nada, comodidad.

—¿Qué?

—¿No lo entiendes? Soy una persona normal a los ojos de todos, no me toman como punto ni nada, no debo estar siempre cuidándome de que alguien quiera asesinarme o si me llaman ir corriendo para socorrer a las personas implicadas o lo que fuese. Estoy tranquila. Tengo comodidad... una vida normal, en simples términos.

—Qué suerte que me tienes a mi, nena. La vida normal es demasiado aburrida para vivirla.

—Si... no. Te agradecería que te largues y nunca más regreses, estoy feliz en mi zona de confort.

—Nena, en el momento en que me hiciste frente y pisé este horrible apartamento, dejaste tú zona de confort.

Lo miré entre cerrando mis ojos. ¿Cuáles son sus intenciones?

—No quiero volver a verte, ¿qué es lo q-

—No es así. No me engañas con ese discurso de "soy enfermera, es mi deber". Nadie te está vigilando por una cámara, nadie sabe que vengo aquí cada maldita noche para molestarte. Podrías haberme dejado morir pero no lo hiciste y tengo mis suposiciones.

Alcé una de mis cejas y me crucé de brazos. Dabi me miró divertido pero con arrogancia.

—O eres muy estúpida, demasiado. O... te atraigo y no te culpo, la adrenalina de gustarte un villano es... excitante.

—Nunca me gustarás. Deja de crea-

—¿Te convences a ti misma de eso, nena? Y aunque no sea eso, ya decidí que serás mi juguete y a mis juguetes... —su mirada cambió a la de un depredador— no los dejo ir hasta que esté satisfecho y los destruya.

•••
¡hola y adiós!

Átropos || Dabi Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora