Capitulo 26

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Corro.

Solo puedo correr mientras me muerdo con fuerza mi labio inferior.

Corro con el corazón desbocado.

Corro hasta que mis piernas no dan más. 

Me estrello contra el suelo y ahí mismo rompo en llanto. Con la mano en la boca porque me es horrible escucharme tan destrozada. Las lágrimas brotan de mis ojos como cascadas mientras recorren mi nariz y caen al pasto. Mi frente, no soy capaz de levantarla del suelo mientras mi corazón, una vez más, se rompe de solo pensar en el motivo que me hizo llorar. Mi otra mano está aferrada a la tela que esta al nivel de mi pecho, justo delante de mi corazón, debido a tanto dolor.

Se dice que el tiempo lo cura todo.

Pero es mentira, solo enferma y destruye... me destruye más.

- ¿Porque?

Mis palabras se las lleva el viento al igual que mis lamentos, el aire me falta pero aun mi voz sigue saliendo. Temblorosa y entrecortada pero con la fuerza que se requiere para gritar desde el alma.

- ¿Porque? ¿Porque? ¿Porque?

En mi mente solo hay una imagen. Lo tengo a él. Esa imagen me tortura y me quiebra pero me destroza más verlo en persona.

- 11 veces, 11 veces...

11 son las veces que he contado la reencarnación de Zeno. 11 veces en las que no soy nada en su vida.

Cuando lo vi reencarnado la primera vez tuve la ilusión de tener su amor, que podríamos tener eso que nos fue arrebatado.

Que tonta.

Pero mi ilusión seguía, seguía y comenzó a disminuir... una y otra y otra vez. No quería perder la esperanza por lo que me concientice de que solo debía esperar a la persona correcta, a mi Zeno, aunque me doliera verlo con alguien más, aunque me doliera no ser parte de su mundo. 

O eso creí, y entendí que me equivoque.

Sin importar cuanto se parezcan, sin importar que lleven su mismo nombre, sin importar que tengan el mismo tono de voz, es imposible que sus corazones sean iguales.

El hombre que robo mi corazón, esa persona que alegraba mis días con solo aparecer ante mi vista, que cada momento que pasábamos juntos era simplemente mágico, cualquier escondite desde una cueva o un establo era un paraíso donde nos fundíamos el uno al otro, donde era devorada por sus besos. El hombre al que ame... nunca volverá. El hombre que murió en mis brazos por no tener la fuerza suficiente de dar mi vida y cantar una última canción... nunca regresara, él no regresará.

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Aldea del Clan Yoshida

- ¿De qué me sirven esas tonterías? yo quiero hechos, no fantasías.

- Mi señor, pero los rumores de esa bruja no pueden ser mentiras, si existen demonios, no es una locura que exista la magia.

- Me estás diciendo...- El hombre suelta el aire que tiene en los pulmones para intentar relajarse y no explotar contra el samurai.- Que una mujer cantó y de la nada salió fuego calcinando a casi todos los samurais de Daigo, en la frontera que tienen con los del Clan Asakura. Dónde estaba el famoso Demonio zorro de Badmon.

LA VOZ DE MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora