Extra 4- Hyunin

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Todos sufren, de distintas maneras, con distintas circunstancias. Algunos sufren al perder un ser querido, otros a un amigo, siempre una persona sufre en un momento de su vida. En el caso de Hyunjin, su sufrimiento era vivir. Desde que tenía memoria, su sufrimiento estuvo vigente desde pequeño. A sus cortos siete años ya había experimentado la violencia verbal, psicológica y física, vivir alrededor de las drogas y ser un objeto sexual para los acompañantes de su madre.

Con los años que pasaban no sabía como llegó hasta ese punto. Recuerda que era un niño feliz que lo tenía todo y a lo siguiente ya era rodeado por cuatro hombres que lo tocaban. Años de tortura. Años de querer abandonar el mundo cruel que lo sostenía para que no marchara. Intentó infinitas veces cortarse, colgarse, incluso ahogarse en una bañera. No le salía, no podía. Algo lo estaba aferrando para que se quedara. Era una señal.

A sus dieciocho años nació su rayo de sol, la persona que iluminaba sus días. Hwang Minju nació mientras el chico se encontraba solo con su madre. El padre de la menor la había abandonado apenas se enteró que estaba en camino, tal cual ocurrió con Hyunjin.

Prometo cuidarte. Lo haré hasta donde pueda.

Cinco años luego, Hyunjin solo se dedicaba a evitar que alguien pusiera manos en su hermana. Su madre llevaba a muchos hombres a su casa y se conseguía una pareja nueva siempre, obligando a sus hijos que lo llamen papá. Hwang se negaba a eso, pero si no lo hacían, iban a sufrir las consecuencias.

Una tarde ambos estaban sentados en el final de la vereda, junto a algunas piedras con las que dibujaban alguna que otra cosa extraña, y jugaban con algunos de los juguetes de la niña.

-Minjunnie- llamó.

-¿Qué hice ahora?- rió la pequeña.

-Sabes que Hyunjinnie te ama mucho, ¿No?- preguntó con voz apagada, abrazando a Minju.

-Tu me amas y yo te amo mucho más- gritó efusiva.

Mientras seguían jugando, el "padre" abrió la puerta, así saliendo y tomando del brazo a los dos chicos. Hyunjin escondió a su hermana detrás de él para no recibir daño. Un golpe se escuchó en aquel lugar, dejando todo el ambiente en un silencio. A Minju se le cristalizaron los ojitos, y la mejilla de Hyunjin tomaba un color muy rojizo. Ambos se adentraron a la casa a jalones del padre.

Los gritos comenzaron a escucharse como todos los días. La niña tapó sus oídos para evitar escuchar los insultos, porque según su hermano, era malo decir esas cosas. Hwang tomó a la niña en brazos, así saliendo del lugar casi corriendo y la encerró en su cuarto para evitar ser golpeada.

Por la noche tarde, mientras que el chico descansaba en el sillón, la menor salió en silencio y se acercó a él.

-Jinnie.- susurró, jalando su manga.

-¿Mmm? Minju, sabes que no debes estar aquí.- pasó una mano por su cara, acostando a la menor con él.

-¿Algún día conoceremos a alguien bueno aquí?

Esa pregunta dejó helado a Hwang. Dio un largo y pesado suspiro para responder segundos luego.

-No lo se Minju. No todos son malos aquí, pero no se si los dos conoceremos a alguien bueno. Tal vez tu si, o tal vez no.- la menor bajó la cabeza sin dar respuesta. Hyunjin peinó sus cabellos con sus dedos y le dio un beso en su frente.- Ve a dormir.

-Tengo miedo.- hizo un puchero.

-Tranquila, no existen los fantasmas aquí.- sonrió.

-Tengo miedo que no haya alguien bueno aquí.- secó sus ojitos con su manga.- Ellos son monstruos que me dan miedo.- hizo un puchero comenzando a hipar.

Possessive ~ YeonGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora