Chapter 31: Un gobernante ideal

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¡CRRRASSSHHH!

La gigantesca pata de aquella enorme bestia divina descendió con gran y enorme ferocidad. El impacto fue tan grande que resquebrajó el piso del colosal laberinto.

Fue por solo un poco; pero logró esquivar el ataque del lobo que devoró el sol con sus enormes fauces.

Si era sincero, desde su pelea contra el asesino de dragones, tal vez un poco antes, el pelirrojo se había dado cuenta que no era fácil para él enfrentarse a seres como los espíritus heroicos, mucho menos lo sería contra bestias divinas. Afortunadamente para él, cuando se enfrentó a Siegfried, tuvo la buena suerte de contar con el refuerzo de Manaka. Ahora, él podía reforzarse a sí mismo más allá de lo usual; sin embargo, no llegaba al nivel al que podía reforzarlo su amiga. No obstante, como ella había dicho, si no prácticas, nunca aprenderás, y aunque él y Manaka no podía separarse, él no sabía si siempre podría contar con ella para reforzarlo.

Aun así, él no estaría tan loco como para enfrentarse a una bestia divina y utilizarla como compañero de práctica. De ser posible, hubiera tomado al Black Barrel en cuanto hubiera visto la sombra de Sköll y hubiera disparado sin pensárselo dos veces. Sin embargo, él no tuvo esa oportunidad…

¡CRRRASSSHHH!

Otro zarpazo, una vez más, Shirou pudo esquivarlo por poco; pero, ¿Por cuánto tiempo podría? Por ahora, no estaba haciendo otra cosa que esquivar y buscar cualquier oportunidad que se le presentara. Afortunadamente, el double accel, sus ojos místicos, y el refuerzo, le permitían mantenerse en la lucha por un pequeño margen.

Para su desgracia, parecía que Sköll había venido para matarlo a él y solo a él, pues había pasado de Merlín y de Manaka, centrándose en desgarrarlo con sus enormes zarpas.

Aunque, tal vez eso no era tan malo…

Una oleada de haces de luces concentrados de mana, volaron desde los círculos mágicos detrás de Manaka y del gran bastón de Merlín. Los ataques de los dos magos golpearon a la bestia divina haciéndolo retroceder varios metros y, si bien el ataque parecía ser devastador, la resistencia mágica de una bestia divina no debía ser subestimada, Sköll se levantó una vez más como si el daño hubiera sido mínimo.

No obstante, a diferencia de antes, ahora el gran lobo tenía en cuenta la participación de los dos magos.

Sköll era el hijo del gran lobo Vánagandr, el cual poseía una poderosa autoridad sobre el hielo, y parte de esa autoridad había sido heredada por sus hijos…

¡GGGRRRRRR!

El gran lobo dio un gigantesco pisotón y, desde el lugar donde había colocado su pata, una ola de carámbanos de hielo surgió cubriendo y rompiendo todo el piso en dirección hacía Merlín y Manaka.

La maga estaba a punto de actuar; pero el mago de las flores se le adelantó. Colocó con fuerza su bastón frente a él y, la ola de hielo que se le aproximaba, súbitamente, comenzó a transformase en un hermoso mar de flores.

Esta era una de las habilidades de la clase Caster, la creación de territorio. La habilidad de construir un terreno especial que sea ventajoso para uno mismo como un mago, este podía poseer diferentes objetivos, como, por ejemplo: para recolectar maná o, en el caso de Merlín, le permitía alterar hasta cierto punto aquello que entrara en su territorio.

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