Perfectas Imperfecciones

Capítulo Trece

Entré a mi casa e inmediatamente me enfrente con la cara de mi madre al entrar a la cocina, no la había visto desde la noche donde lo supe todo.

Ella ahora sabía que yo sabía, pero ninguna lo mencionó.

- Mamá, hola. - entre y me senté frente a mi plato.

- ¿Cómo estas? - dijo muy seria.

No respondí, solo la miré más o menos algo asi " ¿como crees que estoy?", Y empece a comer.

Ella se sentó en la silla que daba frente a mi, me miraba comer.

- Creo que ya estás muy madura y yo muy adulta para andar de esta manera. - dijo captando mi atención - ahora lo sabes, algún día tenía que pasar, y así es mejor, antes de que sea tarde y sientas mucho más por ese chico.

- No me lo dijiste, y no pensabas hacerlo. - dije sin mirarla y seca. - Además, ya es tarde, por que si siento algo más.

- Podrás superarlo. Yo lo hice.

- Yo no soy como tu. - me levanté de la mesa, ardiendo como fuego y subi a mi habitación.

Me cambie el uniforme, me puse un pantalón negro y una camiseta gris.

Salí de mi casa no quería para nada estar allí, mientras caminaba a no se donde en realidad, pensaba en que necesitaba aprender a conducir, sería todo más fácil.

Luego pensé en Jay. ¿Estará molesto conmigo?

Es decir, quería alejarme de querer ser algo más que amigos, pero creo que no hablarnos jamás, no era la idea.

Así que entré a una cafetería que estaba por la avenida y me senté rn una mesa para dos, tomé mi teléfono y con las manos super ultra temblorosas marqué su número.

- ¿Hola?

- Jay, hola soy Ronnie.

- Eso lo sé.

- ¿Podríamos vernos? Si no estás ocupado claro.

- ¿Dónde estás? - dijo.

Leí el logo de la cafetería y le dije:

- Coffe life.

- Bien, iré.

No tardó tanto, ya que como dije, estaba en la avenida, cerca.

Entró y se sentó en la silla desocupada frente a mí.

- Ronnie. - me saludó con un beso en la mejilla. Pero seguía serio.

Al sentarse decidí ir al grano.

- Estás molesto conmigo. Y lo sé.

- No lo niego.

- y ¿Por qué lo estás?

- Por que sé que sientes lo mismo que yo y tratas de ocultarlo.

Mis mejillas ardían.

- ¿De qué hablas? - me hice la confundida.

- De que en este momento nada me importa más que tu, y que sólo pienso en ti, que cuando estoy contigo no importa la hora por que ni pendiente ando de ella. Y me hace sentir como un cursi gay, pero así es enamorarse. Y se que sientes lo mismo. - Me quedé muda, esto confirmaba que el también sentía eso. - sólo tienes que decirlo. - terminó.

- Yo no sé que decirte. - y no mentía, no tenía ni idea de que decir, no quería estar con el, pero no quería perderlo. ¿Quién me entiende? Ni yo me entiendo. No sé lo que quiero.

- Entonces, me vas a decir que en todo este tiempo ¿no sentiste nada De eso?- pregunta Jay desesperado levemente.

- Yo no he ordenado mis sentimientos hacia ti aún. - dije calmada.

- Entiendo, esperaré. -

"esperaré " esa palabra era en lo único que pensaba mientras tomábamos el café en silencio. Yo lo miraba pero el no a mi.

- Jay.. - estaba apunto de decirle todo y acabar con esto.

- ¿Que pasa?.

No pude hacerlo. Así que cambie completamente el tema:

- ¿Me ensenarías a conducir?- su sonrisa comenzó a salir poco a poco hasta mostrar sus dientes.

- Ven. - dijo levantándose y sujetando mi mano.

Caminamos hasta su casa y nos montamos en su auto.

Eso para mí, fué un "si"

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Otro capítulo corto, espero les esté gustando lo hago por partes.
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