Capitulo 9

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Apoyada en el pecho de Merle intentabas no dormirte. Pues el te llevaba como princesa hacia la cabaña. Después del encuentro que tuvieron habían decidido, bueno Merle te había convencido de que Erick y Leticia debían irse por las buenas o por las malas.

—¿y quien lo hace mejor el panchito o yo?— Pregunto Merle sin venir a cuento.

—¿eh? Nunca he echo nada con Erick— Dijiste con el ceño fruncido por su pregunta.

—Ya, claro— Dijo con sarcasmo.

— De verdad que no, Erick me parece guapo pero no me atrae en ese sentido— Te sonrojaste.

—¿y yo si?— Pregunto divertido.

—Si, y mucho— Respondiste sin vergüenza.— No se porque— Susurraste.

— ¿no es obvio?— Lo miraste esperando a que siguiera.— Nadie se resiste al encanto Dixon— Dijo orgulloso.

Reíste, así que ese era su apellido.

—Merle Dixon— Dijiste pensativa— Me gusta, Merle Dixon— Repetiste.

—Tampoco lo gastes— Dijo Merle.

—Merle Dixon—Volviste ha decir satisfecha.

—para— Dijo el.

—Merle— Intentaste no reír— Dixon— El rodó los ojos.

— Mira ya llegamos—Dijo el cambiando de tema.

Entrasteis viendo como terminaban de almorzar Erick y su tía. Te bajaste de los brazos de Merle para ir hacia la olla donde se suponía debía de estar el guiso pero estaba vacía. Solo quedaba lo que alguna vez fue caldo, ahora era un pequeño charco al fondo de la olla.

— ¡Hey! ¿Y la comida?— Dijiste furiosa.

—Tardabais mucho— Respondió Erick simplemente.

— Había suficiente para todos— Merle dijo entre dientes. Ya se había dado cuenta del aprovechamiento de la parejita y estaba mas que harto de ellos.

—Hey, Alex ¿Pensaste en lo que te dije?— Pregunto Erick fingiendo inocencia.

—Oh, si que lo pensó— Dijo Merle antes de dejarte contestar.

— Entonces... ¿Vienes a por tus cosas?— Pregunto intentando ocultar una sonrisa de malicia que se borro al ver la de Merle.

—No Panchito, ahora tu y la puta de tu "tía" van ha coger su mierda y salir por la puerta con ella— Dijo Merle triunfal, estaba contento de que por fin se vayan.

—¿Qu-que?— Erick te miro ahora incrédulo—Alejandra, ¿enserio?— pregunto.

— Aja— Te cruzaste de brazos y miraste ha otro lado.

—¿Prefieres a este viejo antes que a nosotros?— Dijo Erick con ironía riéndose.

Pero no obtuvo respuesta ya que se encontraba en el suelo siendo golpeado por Merle. Llevaba mucho tiempo aguantando las ganas de partirle los dientes, pero no quería que lo vieses de esa forma. Aunque no se admitiera a si mismo tenia un pequeño trauma después de quedarse encadenado en esa azotea. Pensó que iba a morir. Y no quería que lo volviesen ha abandonar.

Erick trataba de defenderse, pero simplemente Merle era más fuerte pero con diferencia. Y acabo con el inconsciente en el piso y el agresor con una sonrisa... extraña, como si recordara alguna hazaña increíble que alguna vez logro.

Leticia podía ser muchas cosas, pero no era entupida. Ella ya había empezado ha guardar sus cosas en una mochila hace tiempo.

Tu solo contemplaste la escena con sentimientos encontrados. Nunca habías visto ha Merle tan agresivo, no de esa forma eso te causaba terror. Merle era un hombre extrañísimo que contigo había sido simplemente un pervertido pero en la medida de lo que cabe bueno, divertido y te parecía simpático. Pero con Erick y Leticia había sido tan frio, impredecible y antisocial. Wow.

•••

¿Y que paso al final?

Quedaron que en cuanto Erick se levantara ambos se irían de vuestra casa.

Llego la noche. Erick no despertaba. Ya estabas cansada eran las doce de la noche pero no querías, después de lo que paso, dejarlos sin vigilancia. Merle te convenció de irte ya ha la cama, el se encargaría de vigilarlos por así decirlo.

Mientras dormías plácidamente Merle leía un libro cualquiera que encontró en la estantería. Ahora Leticia no tenia de donde sacar el valor para hablarle así que se quedo callada en una esquina.

Erick empezó ha moverse, se había despertado. Merle se levanto.

Solo había un problema, Erick ahora era un caminante. Así es, Merle lo había matado ha golpes ya sabia que estaba muerto cuando termino de golpearle. No dejo que te dieras cuenta alejándote con distracciones bien elaboradas. Leticia también se había dado cuenta.

Tu buena fe e inocencia no creía ni en la más remota posibilidad de eso.

Antes de que se pusiera de pie Merle le clavo un cuchillo entre ceja y ceja.

—Fuera— Le dijo ha Leticia.

—A-aja— Ella salió de la casa adentrándose en el oscuro bosque donde probablemente moriría.

El se deslizó de cuerpo del joven tirándolo por un barranco lejos de donde estaban.

Llego y decidió que ya era hora de darse una ducha. Y así lo hizo, del armario saco unos calzoncillos limpios que pertenecían al antiguo dueño. Se los puso para meterse a la cama junto a ti.

Abrazo tu cuerpo, te acomodaste entre sus brazos sonámbula. El respiro profundamente para dormir en paz.

Merle DixonWhere stories live. Discover now