Hoy Heeseung me vendría a visitar ya que es navidad. En realidad no era muy fan de las fiestas pero ello no me impedía celebrarlas, me gustaban las galletas, las estúpidas cartas que anteriormente hacía con mis hermanos pequeños e incluso cuando teníamos que ordenar todo el desastre que dejábamos.
No lo negaría, en verdad extrañaba mucho a mi familia, extraño cada segundo que pasé junto a ella. Odio saber que no podremos vernos hasta que vuelvan a re-abrir los aeropuertos por acá en Corea, debido a la enfermedad mundial cerraron cada lugar para salir del país. Estaba molesta por ello, pero tenían razón, no podíamos arriesgarnos a más contagios.
Mis pensamientos se esfumaron al escuchar el timbre de mi departamento sonar varias veces. Corrí hacía la puerta principal y sonreí al ver a un Heeseung con un enorme regalo entre sus brazos y regalándome una encantadora sonrisa.
- ¡Feliz navidad! - exclamó con una gran sonrisa en sus labios
- ¡Feliz navidad! - le imite y lo invite a pasar - Puedes sentarte
- Dejaré el regalo debajo del árbol - dejó el regalo donde me aviso y luego sonrió - ¡Yo no lo traje! Me encontré a santa de camino y me dijo que había leído mi carta, pedí algo para ti - asintió haciéndome soltar una enorme carcajada - Me gusta verte sonreír - se acercó a mi y beso mis labios, sonreí a mitad del beso y lo miré a los ojos
- Santa también leyó mi carta y paso por aquí. Pero luego abrirás tu regalo, ahora vayamos a comer - Reí y lo tomé de la mano para guiarlo a la cocina - ¿Dónde quieres comer? Aún no preparó la mesa porque no se donde te gustaría cenar - dije riendo mientras comenzaba a sacar unos tenedores y cuchillos
- Me gustaría comer en la mesita del sofá
- ¿Allí? ¿Estas seguro? También está la mesa del comedor y la cocina - le recordé
- Me gustaría comer allí, tenemos la chimenea y se me hace mas romántico - rio y comenzó a ayudarme con los servicios
- Bien, si es lo que tu quieres - sonreí y lleve los platos donde me lo pidió Heeseung
Luego de unos minutos ya teníamos la mesa lista, nos hincamos en el suelo y comenzamos a cenar.
- Me encantó el pavo ¿Lo hiciste tu? - me pregunto aun con comida en su boca
Reí y asentí - Mi madre me enseñó a hacerlo desde muy pequeña
El me miró sorprendido - ¡Cocinas tan bien, jagi! - besó mi mejilla y seguimos cenando, hablando sobre varios temas.
Pasaron los minutos hasta que ya nos encontrábamos llenos gracias al pavo. Nos sentamos en el sofá juntos, yo descansaba mi cabeza en su pecho mientras que el jugaba con mi cabello, disfrutando del calor de la chimenea y de la compañía del otro.
- Contigo siempre será el día de navidad ¿Sabes? - sonreí y le mire
- ¿Porque?
- Porque siempre que es navidad todos están con ese maravilloso 'espíritu navideño', todos felices, niños revoloteando por allí y padres disfrutando de sus pequeños. Contigo me siento igual, disfrutando de cada día contigo. Siempre que estoy contigo me siento feliz, me siento como un niño pequeño esperando la noche buena - soltó una risita - simplemente me haces sentir genial
Sonreí y bese sus labios - Tu siempre serás mi noche buena, cariño - el me sonrió y me abrazo fuertemente
Nos quedamos unos minutos mas allí hasta que decidimos abrir los regalos.
- ¡Toma! - sin previo aviso, Heeseung me tendió el regalo que el tenía anteriormente
- ¿Qué es? - pregunté curiosa y ansiosa
- ¡Ábrelo! - ambos reímos
Comencé a abrir el envoltorio lleno de dibujos de Santa Claus, me costó un poco hasta que logre abrirla. Era una enorme caja, lo mire confusa y seguí abriendo el regalo, por suerte no fue una de esas típicas bromas. Al momento de abrirla se encontraba lleno de libros y dulces a su alrededor. Sonreí cómo estúpida y me lancé a los brazos de Heeseung.
- ¡Me encanta! - chille emocionada
- ¿En serio? Por un segundo creí que no te gustaría. Se que amas los libros pero no creí que te gustaría tanto - me sonrió y beso mi nariz para luego abrazarme fuertemente
- Me encantó mucho, bebé. Ahora abre el tuyo - le di mi regalo y luego proseguí a mirar los libros que me dio Heeseung.
- ¡YoungMin! - grito y yo sonreí al ver su reacción, era la que deseaba
- ¿Te gustó?
- ¡Me encantó! ¿Cómo sabías que quería esta play? ¡Además tiene los últimos videojuegos! Te amo mucho - me comenzó a llenar de besos todo el rostro haciéndome reír
- Pero debes invitarme a jugar - le advertí - O si no te lo quitaré
- Lo que da no se quita - se defendió - Pero claro que invitaré a mi bella novia
Seguimos abriendo unos regalos, incluso los que serían para los chicos, estábamos aburridos, luego los volveríamos a envolver para que no se notará que los abrimos.
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