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- APPAAAAAAA

La voz chillona e infantil de Mark resonó por la casa junto a sus pasitos mientras este corría hacia la cocina con uno de sus brazos estirados intentando mantener su mano lo más lejos posible de su delgado cuerpo.

- APPAAAAAAA

- Mark? Porque gritas, cachorro?

- APPA JACKSON ME TOCÓ LA MANO Y AHORA TENDRÉ GANGRENOS

Mark no dejaba de gritar ni de correr alrededor de las piernas de su padre que lo seguía con la mirada intentando entender lo que el niño decía, sabiendo que probablemente Youngjae había metido ideas raras en la cabeza de su hijo de nuevo lo tomó entre sus brazos llevándolo al baño.

- Deja de gritar, Mark, no tienes nada.. Es sólo chocolate

El pequeño abrió sus ojos para ver cómo su padre llenaba sus manitos de jabón quitando la suciedad que manchaba su piel, parpadeando despacio moviendo su cabeza hacia su progenitor.

- Entonces no tendré gangrenos?

- De dónde salió eso, cachorro?

- Omma me dijo que si deja a que un niño me toque iba a tener gangrenos

- Se dice gangrena, Markie, y ya te dije que no debes hacer caso a todo lo que Omma dice

Deja a su hijo sobre sus pequeños pues de nuevo luego de secar sus manos y sacude levemente la cabeza viéndolo revisar sus manos atentamente.

- Me dirás qué pasó?

- Estaba jugando cuando el Microbio vino y se sentó sobre mi castillo, appa! Entonces le quite sus pastelitos y lo golpee con ellos hasta que puso sus feas manos sobre mí!

Se encoge ligeramente cuándo la ví de su hijo se agudiza al gritar la última parte. Ya había perdido la cuenta de todas las veces que había hablado con Mark sobre que no hay que golpear a las personas y que debe dejar de decirle "microbio" al hijo de los vecinos pero Mark seguía llamando de esa manera a Jackson aunque este formaba un río de lágrimas cada vez que el apodó salía de los labios de Mark.

- Mark, cachorro

- Si?

- Debes disculparte con Jackson

Su ceño se frunce cuando ve a su hijo salir del baño gritando todos los motivos del porque no se disculparia pero su ceño fruncido se transformó en una mueca molesta cuando ve a Mark empujar a su dulce Nora en su berrinche.

Estaba por seguir a su primogénito para darle el regaño del año cuando escuchó los pequeños golpes en la puerta seguido de la voz del vecino, con su habitual ceño fruncido bajó las escaleras sabiendo que hasta que la puerta no fuera abierta Jackson no dejaría de golpear como si su vida se fuese en ello. Agradecía que no llegará al timbre.

- Toc toc.. Toc toc.. Toc.. Hoda señor appa de Lombriz!

Si había algo que nunca terminaba de entender era como el pequeño amigo de su cachorro podía tener tanta energía en su pequeño cuerpo.

Siempre sucedía lo mismo, Jackson hacía enojar a Mark, Mark corría a casa y luego Jackson iba por Mark para seguir jugando como si nada pasara.

- Hola Jackson, Mark está castigado, no puede salir a jugar

- Madk malo? Entrar yo?

- Si, esta bien.. Me dijo que pelearon, ¿estás bien?

- MIS MOCOS DON DE SHOCOLATE SEÑOR APPA DE MADK

Ladea su cabeza viendo al pequeño saltar alegremente sobre sus pies al mismo tiempo que sacudía sus manos en el aire que todavía tenían rastro de chocolate. Con un pequeño suspiro se hizo a un lado dejando entrar al niño.

-

- Madk!

- Microbio!

Los niños se abrazaron en medio del cuarto en cuanto el más pequeño entró corriendo.

Era su rutina, se peleaban por cosas tontas pero siempre terminaban abrazados y dejando atrás cualquier conflicto. Se pasaban el día juntos una vez que Mark salia de la escuela primaria e incluso a veces dormían juntos.

- Edtas enojados?

- No, microbio, Appa se enojó porque pise a Nora

- MADKIE! EDTA MAL

- NO ME GRITES MOCOSO OLORIENTO

Los ojitos de Jackson se llenaron de lágrimas al escuchar lo que su amigo había dicho.

- SEÑOR APPA MADK EDTA DICIENDO COSHAS

Mark se movió rápido cubriendo la boca de Jackson antes de que su padre lo escuchara y subiera a regañarle de nuevo. El pequeño cuerpo de Mark golpeó a Jackson haciéndolo caer al suelo con ruido sordo.

- Shh o te mataré y te tiraré por el retrete para que nadie sepa

Los ojos del más pequeño se abrieron aún más grande de que lo ya eran asustado por la amenaza de su Hyung, asiente varias veces logrando que el pequeño Mark lo soltara. Nunca admitirá que a veces le daba miedo de verdad.

- Bien, porque tus ojos no pasarían

El pequeño sintió su corazoncillo doler y en su inocencia pensó que su corazón se había muerto, por lo que no quería que el mayor lo viera. Empuja a su mejor amigo hacia un lado para luego salir corriendo con las mejillas húmedas.

- Odio Madkie! 

Historias de un microbio y una lombrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora