Egocéntrico. Insensible. Manipulador. Falsante. Hosco. Inmoral. Drogadicto. Todos esos adjetivos - y más - se apilaban unos sobre otros apuntando a un solo objetivo ; House. Y sí, House no tenía reparos en admitir que todos y cada uno de ellos eran ciertos. ¿ Para que quería ser como Wilson ? Él era la cara opuesta de la moneda. Era humilde, sensato, amable. Era un cervatillo que correteaba asustado de aquí para allá. Pero House era el depredador que lo cazaba, y le encantaba serlo. Nadie se metía con él, nadie esperaba nada por su parte, no tenía frenos y era l-i-b-r-e... Un cazador no puede enamorarse de su presa, pero ya sabes lo que se dice... de la amistad al amor, solo hay un paso.