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House estuvo desconcentrado el resto del día.

Su mente siempre acababa llevándole hasta Wilson, en lo que había pasado y lo que eso significaba.

Después de la conversación, Wilson se había rendido y le había abrazado de vuelta. ¿ Significaba eso que estaba dispuesto a intentarlo con él ? ¿ Quería él algo serio con Wilson ? ¿ Era capaz de mantener una relación ? Decidió que era mejor no hacerse tantas preguntas e irlo viendo sobre la marcha.

Volvió a la realidad cuando notó que todo el equipo le estaba mirando, como esperando su respuesta.

- No pienso decir nada - respondió alzando las manos como si no estuviera completamente perdido- vosotros sois sus médicos. Podeis hacer todas las pruebas que querais, consultar a otros doctores, lo que sea. Si el paciente vive, será gracias a vosotros. Si muere, también. No voy a estar siempre llevandoos de la mano.

Los cuatro doctores que competían por el puesto salieron sin rechistar de la sala, alucinando por la ocasión que House les estaba brindando. Ahora estarían ellos solos, al fin. La responsabilidad era enorme, y la emoción mucha.

Sin embargo, uno de sus doctores se quedó con él en la sala, mirándolo con el ceño fruncido.

- ¿ En qué estabas pensando ?

House dejó de escrutar el suelo y miró a Foreman.

- Creo que no te entiendo - respondió alzando una ceja.

- ¿ Crees que me voy a tragar que les dejes hacer lo que quieras ? Has estado ausente todo el diferencial, seguro que ni siquiera te sabes el nombre del paciente.

- ¿ Y cuando me lo sé ? - dijo irónico.

Foreman se cruzó de brazos.

- Te conozco, sé lo que me digo. En cualquier caso, no me importa. Pero si el paciente muere por dejar a tus pajarillos pincharlo y meterle en vena toda clase de cosas no será culpa mía.

House endureció su mirada y lo fulminó con ella.

- ¿ Algo más ?

Foreman suspiró, rendido.

- Ya que aquí cada uno hace lo que quiere, me gustaría bajar a hacerle una consulta a Wilson, si no me necesitas.

House salió de su mundo en cuanto escuchó su nombre y se irguió en la silla, atento.

- ¿ Quien se muere ahora ?

Foreman lo miró con desdén ante su falta de insensibilidad y le tendió la tomografía.

- Es de un médico con el que trabajé antes de venir aquí. Me pidió el favor.

House las ojeó a contraluz y asintió tras su explicación.

- Vale.

Foreman vio cómo se levantaba y se dirigía hacia la puerta con las pruebas.

- ¿ A dónde vas ?

House se giró y respondió con sarcasmo :

- A enseñárselas a Wilson. Tú tienes cuatro pajarillos a los que controlar para que no me sienta culpable.

(...)

Wilson acababa de terminar el papeleo cuando House entró en su despacho.

Alzó la cabeza y lo miró brevemente, antes de seguir recogiendo los papeles y guardarlos en su correspondiente carpeta en el cajón del escritorio donde horas antes había estado llorando sobre su amigo.

Solo un pasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora