Anton a los ocho años era un pequeño aventurero, el típico chiquillo que no frenaba ni un segundo. Melissa era su compañera inseparable. Pero un día Anton desapareció de la vida de Melissa, sin dejar rastro, simplemente se fue. Ahora, después de doce años Anton ha vuelto al pueblito donde pasó su infancia, en busca de algo que él cree recordar ''El mundo arcoíris''