Se conocían, a una agradable distancia que los volvía inalcanzables.
Aquella luz brillaba sola, asustada, completamente ciega a la sombra que siempre la acompañaba.
Se conocían, a una agradable distancia que los volvía inalcanzables.
Aquella luz brillaba sola, asustada, completamente ciega a la sombra que siempre la acompañaba.
Dicen que a todos tenemos algo que pagar.
Esta vez me tocó pagar, sarada esta lejos de mi y ella no va a volver.
Pero esta bien, seré su Angel, nadie la tocara.
-Kawaki-