Al principio creí que era una broma de mal gusto, algo así como una iniciación para el nuevo, pero rápidamente descubrí que no era así. En este lugar abandonado de la mano de Dios, nos enfrentamos diariamente a los más grandes horrores que este lugar nos puede mandar para mantener a los clientes y al mundo a salvo de lo que se encuentra aquí. Estas son las extrañas reglas del centro comercial, y esta, es mi historia.