Toda historia tiene dos versiones, no hay buenos ni malos, no hay héroes ni villanos, simplemente decisiones y consecuencias. Cuando Wei Ying cayó en los túmulos funerarios de Yiling y aprendió a usar la energía resentida, no lo hizo completamente solo. Tuvo un maestro que ya había empezado a usar la energía resentida mucho antes que él. Las dudas se agolpan en la cabeza de Lan WangJi quien comienza a cuestionar las leyes de su secta y decide ayudar a los Wen restantes durante el asedio a Yiling. La historia se desvía en el momento en que Wen Chao arroja a Wei Ying a los túmulos funerarios y de ahí, lo que sigue es una realidad alterna.