La delgada línea entre lo onírico y lo real mantiene a Amaya en un constante carrusel de emociones y aventuras, con personajes que no sabe a ciencia cierta cuan reales puedan llegar a ser. Todo comenzó como una simple vía de escape a su dura realidad para culminar en una completa locura. Cuan real puede llegar a ser aquel compañero que encontró en ese duro momento de su vida, cuan real puede llegar a ser el sentimiento que ella experimenta en esos momentos vividos junto a Samael.