CAPITULO VII

9 6 9
                                    


Sólo se oían pasos dejando un eco solitario tras ellos, recorriendo un pasillo apenas iluminado por las luces de una lámpara al final del mismo, albergando un alma atormentada dentro de él, tratando de hallar una salida, una solución, algo que hacer frente a aquel enorme abismo existente frente a él.

—¡Lo hiciste! ¡Tonto, creíste nuevamente y escuchaste a tu corazón!— dijo aquella voz, tan familiar y tétrica.

Apareciendo por primera vez frente a él, su hermano Gabriel reía a carcajadas, burlándose de la miseria en la que se hallaba sumergido Samael.

—Muy bien hermano, muy bien- dijo aplaudiendo sarcásticamente.

-Ya vete, sal de mi mente- masculló Samael.

-Te lo advertí, tantas veces, pero eres tan masoquista que ya hasta comienzo a creer que- dijo haciendo una pausa quedando frente a él.

-Empiezas a creer que...- preguntó con hartazgo levantando la mirada.

-Que en verdad no es que yo desee quedarme hermano, sino- dijo tomando a Samael de su mentón –Que eres tú quien deseas tenerme atado a ti para justificar tus actitudes, maldito cobarde- espetó.

Aún sosteniendo su mentón esperaba alguna reacción de su hermano.

—¡Por favor! ¡No lo creo! ¿Y este es el gran Samael por el cual tantas veces fui desplazado? ¡Por favor no me hagas reír! No eres ni la sombra de lo que supiste ser, derrotado, autocompasivo, ¡por favor! Anda dime que es lo q.....—

—¡CALLATE! NO ENTIENDES, NO SABES NI SIENTES COMO YO, ¡NUNCA LO HICISTE! ¿CON QUE DERECHO VIENES A DECIRME ESTAS ESTUPIDECES AHORA? ¿CON QUE DERECHO? ¿QUIEN TE CREES? ¡NI SIQUIERA ESTAS VIVO!— dijo Samael extasiado de rabia y dolor mirando a su hermano sorprenderse por aquellas palabras.

—¡Bravo!— respondió Gabriel mientras aplaudía a su hermano de manera burlona y se alejaba de él lentamente —Bravo hermano, este eres tú, este es el Samael que siempre existió— dijo mientras acercaba su rostro al de su hermano y lo tomaba por la espalda.

—Dime hermano, ¿dime como sigue esto? ¿Seguirás jugando, seguirás evitando, seguirás huyendo? O ¿Te mostrarás tal cual eres también frente a tu pequeña protegida? Quizás tendré que ayudarte a que lo hagas— decía Gabriel mientras acariciaba el rostro de su hermano.

—¿Qué quieres Gabriel? ¿Qué más quieres de mí? Nunca pude entenderte, tuviste el amor de nuestros padres mucho más que yo, tuviste su cuidado todo el tiempo, estuvieron mucho más atentos a ti que a mí ¿Por qué me persigues?— cuestionó cayendo sin fuerzas Samael.

—Veamos, en primer lugar, tuve que haber sido el primero de los dos, pero ya desde el vientre de nuestra madre, te las arreglaste para dejarme atrás, robándome toda la energía que te era posible robar, luego, obviamente, naciste primero, fuiste el primogénito, heredero de todo lo perteneciente a los García, a ver que más...— decía riendo frente a la mirada atónita de su hermano sin recuperarse aún.

—Ah sí, ¿Cómo olvidar ese pequeño detalle? ¡Me mataron por ti! El abuelo creyó que era tú y me mató, quedándote así con lo último que era realmente mío, MI VIDA, ¿Algo más que explicarte querido hermano?— terminó de explicar Gabriel mientras tomaba a su hermano por el cuello.

—Nunca deseé tener nada de lo que tengo— decía Samael mientras giraba el rostro, no podía sostener la mirada frente a la mirada tan llena de odio y dolor que tenía su hermano.

—Yo... nunca lo quise, nunca quise ser el causante de tu infelicidad, menos aún el causante de tu muerte hermano, ni hubiera querido tener nada si este era el precio que debía pagar, perdón....—

NARCOLEPSIA #AA2022 #Purple2023Where stories live. Discover now