Malibú se convierte en el telón de fondo de como no hay un atajo para olvidar a alguien, simplemente tienes que afrontar echar de menos a alguien hasta que un día despiertas y ya no lo haces. Después de dos años, en el dorado resplandecer de la playa, un omega obstinado, independiente y rebelde por fin comienza a encontrar la paz y a tomar las riendas de su vida, al lado de su pequeña familia. En medio del cálido sol, las olas del mar y el suave susurro de la brisa marina, dos enamorados se reencuentran... Aunque su amor lucía verdadero, toda historia puede ser destruida debido al tiempo y la desconfianza, la cual suficiente para apagar una chispa que arde entre dos corazones.