-Eso que tú sentías, se llama placer. -¿En serio? En ese caso, me encanta el placer. -Me alegra oír eso. -En ese momento, el astuto Dzaroth ya tenía un plan que ahora sabía que era infalible. Uno que haría que la inocente Maliray cayera justo en sus brazos -¿Te gustaría sentir uno mil veces más grande? -¿De verdad? ¿Cómo? Con una sonrisa pícara, el joven contestó: -El Monolito de las Cenizas. Si esta escena te sonó familiar, estás en un pequeño problema. Quizás hayas dado un paso importante del que tal vez te arrepientas en el futuro. En esta historia encontrarás una guía de qué hacer y qué no para evitar un problema enorme. ¿Te gustaría acompañarme a descubrirlo?
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