Oscar ha dedicado buena parte de su tiempo a leer novelas de romance en la web para luego poder criticarlas en su blog. Todo parece irle bien, puesto que cuenta con un gran número de seguidores que le apoyan, le hacen recomendaciones de lectura y se muestran encantados con su manera de ensañarse con las obras poco originales. Pero, ¿qué pasaría si, de repente, Oscar transmigrase a una de esas novelas que criticó? ¿Y si aterrizase justo en la peor de todas? No, más que eso... ¿Qué sucedería si reencarnase en el personaje carne de cañón destinado a morir a manos del villano?