Los ojos de Jason sobre su cuerpo, la ponían nerviosa, lo suficiente como para hacerla temblar. Jamás había estado con un hombre así, claro. Si se podía llamar Hombre a Jason Marchrest. -Gracias por....Salvarme.-Dijo algo asustada. Jason acomodó un mechón detrás de su cabello y sonrió forzadamente. Tenía a su Maté ahí, parada frente a él pero no sabía cómo tratarla. -No es nada Preciosa. Atención: Contiene insultos, partes eróticas, partes de doble sentido, descripción de muertes y entre otras cosas. Estás avisado. #1 Heridas