Lucifer - Desterrando al Diablo ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Lucifer

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Capítulo 23

Lucifer se dirigió hacia la salida de la habitación en la que se encontraba, y como tal, más cerca de la salida del todo. Había decidido que era mejor esperar su momento. Su padre no podía cuidarlo para siempre. En algún momento iba a tener que salir de sus aposentos para atender las necesidades del Cielo. Por supuesto, existía la posibilidad de que enviara a uno de los hermanos de Lucifer para mantenerlo prisionero, pero era un riesgo que Lucifer decidió correr. Además, era totalmente posible que pudiera dominar a uno de sus hermanos. A su padre, no podía.

En ese tiempo, los recuerdos continuaron formándose. Falsos recuerdos, Lucifer tenía que recordarse a sí mismo. No eran reales. No podían serlo. Para que fueran reales, Lucifer tendría que haberse convertido en un niño otra vez, lo cual, admitámoslo, los recuerdos apoyaban. Pero eso era demasiado inverosímil. Los recuerdos aún eran esporádicos. No había orden en ellos todavía. Ciertos recuerdos aparecían de vez en cuando. Tenía un recuerdo claro de su padre informándole de que se había convertido en un niño, lo que no hacía más que aumentar su convicción de que no era cierto. Suponía que no era imposible, pero sí muy inverosímil, incluso para criaturas como él y su familia. No, era mucho más probable que su padre le hubiera engañado, y menos inquietante.

Por suerte, Lucifer pronto supo que era Azrael, enviada para cuidarlo en ausencia de su padre. Podía pasarla fácilmente. Ni siquiera lucharía contra él, al menos no físicamente. Podría molestarlo un poco, pero se saldría con la suya.

Azrael esperaba junto a la puerta de los aposentos de su padre. "Tenía el presentimiento de que intentarías irte en cuanto papá estuviera fuera".

"De acuerdo. Vamos a saltarnos la parte tediosa de que intentes convencerme de que no me vaya. Ambos sabemos que no vas a obligarme a quedarme, así que muévete", dijo Lucifer.

"Lucifer, no estás en condiciones de irte ahora mismo. Supongo que los recuerdos todavía te golpean a menudo", dijo Azrael. Habían pasado unos días desde que Lucifer había regresado y los recuerdos comenzaban a asaltarlo. Si fuera una persona normal, probablemente ya habría pasado, pero era un celestial que estaba lidiando con un siglo de recuerdos tratando de formarse poco a poco. Iba a tomar un poco más de tiempo.

"Falsos recuerdos. No son reales. No sé cuál es el juego de Padre, pero no jugaré a él. Voy a volver a la Tierra. El detective ya debe estar bastante preocupado", dijo Lucifer antes de hacer un movimiento para pasar junto a ella.

Azrael se llevó la mano al pecho. "Te detendré, hermano mayor. Papá no quiere que vayas a ninguna parte hasta que estés al cien por cien, y tiene razón. No estás listo para irte. No entiendes lo que ha pasado".

"Entiendo que papá intenta engañarme. Tal vez piensa que dándome nuevos recuerdos me convertirá de alguna manera en su soldado sin mente, pero ha fracasado", dijo Lucifer.

"Vamos, Lucifer. Sabes que eso no tiene sentido. Si papá quería darte recuerdos conocidos, ¿por qué no iba a destruir los viejos? Incluso si crees que papá haría algo tan horrible, ¿crees que lo haría tan a medias?". preguntó Azrael.