Emily Brown creía que tenía todo bajo control en su vida, hasta que llegó el momento de irse a la universidad.
Era una buena estudiante, buena hija, buena hermana y buena amiga, cumplía cada meta que se proponía y era feliz con su novio Nathan, inc...
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Emily, días después.
El invierno en Nueva York tenía mi nariz roja y mis ojos con lágrimas por el frío viento, sin embargo, correr en las mañanas junto a mi padre por todo Central Park era algo que disfrutaba muchísimo, aún más en noche buena.
Jesús, Emmy. –Dijo mi padre con un jadeo escapando de sus labios, intentando seguir mi ritmo a través de todo el parque. - has estado entrenando en la universidad, cielo.
Cada mañana. –Respondí con una sonrisa en mis labios y me mantuve trotando en mi posición, sin moverme ni un poco para permitir que mi padre tomara un poco más de aire. - ¿estás bien? –Pregunté con una carcajada escapando de mis labios y observé el reloj en mi muñeca, descubriendo que llevábamos solo dos kilómetros. - ¡papá, solo llevamos dos kilómetros! –Me quejé. -
Cariño, estoy envejeciendo. –Se quejó él, limpiando una gota de sudor de su frente para luego tomar una posición más derecha y reanudar la marcha, a un paso mucho más lento. - debiste traer a Jacob contigo.
Jacob no despierta temprano en vísperas de navidad. –Musité con un encogimiento de hombros y acomodé el reloj en mi muñeca, notando como mi padre le tomaba especial atención a éste. -
¿Cuándo lo has comprado? –Preguntó él con una sonrisa en sus labios y bebió un sorbo de su botella de agua. - es lindo, pero no llegó nada a mi cuenta bancaria. –Bromeó él con una breve risa y negué con mi cabeza. -
Es un obsequio. –Dije con una pequeña sonrisa en mis labios y aceleré un poco el paso, jugando con la velocidad para que mi padre no notara el cambio y siguiera la carrera a mi lado. - ¿Lysa vendrá con tía Caroline? –Pregunté, evitando el tema de conversación sobre mi nuevo reloj. -
Claro, como cada año. –Respondió mi padre con una sonrisa y su cuerpo se encorvó nuevamente, apoyando las palmas de sus manos contra sus rodillas. - cielo, realmente te amo y disfruto pasar este tiempo contigo, pero si no nos detenemos no tendrás a tu padre vivo en la cena. –Avisó, jadeando ligeramente y solté una carcajada, masajeando su espalda. -
Bien, vamos. –Musité con tranquilidad y él asintió, conforme. - me ejercitaré un poco en casa con Jacob.
Mi padre soltó un suspiro de alivio y luego de unos segundos caminó junto a mí, en dirección a su coche que se encontraba cerca del parque, pues nuestra casa estaba bastante lejos de aquí y decidíamos venir en coche para hacer la carrera por completo en el parque.
Encontré el deportivo auto blindado de inmediato, no obstante, observé como a lo lejos tres personas con cámaras en sus manos se acercaban a nosotros, lo cual me hizo caminar con rapidez y esconderme dentro del coche, subiendo la ventana por completo para que no tuvieran un vistazo de mí, mientras mi padre respondía de manera breve algunas preguntas por algunos casos nuevos, más aún por la reciente toma de mando de Jacob por el caso de la pequeña niña en Cambridge.
