Emily Brown creía que tenía todo bajo control en su vida, hasta que llegó el momento de irse a la universidad.
Era una buena estudiante, buena hija, buena hermana y buena amiga, cumplía cada meta que se proponía y era feliz con su novio Nathan, inc...
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Emily.
Un nuevo día de clases había llegado, sin embargo, esta mañana iba un poco más atrasada a mis clases debido a que nuestra carrera de la mañana se había prolongado algunos minutos más por una intensa sesión de besos matutinos contra un árbol en el parque.
Sí, muy adolescentes.
Abrí la puerta de la facultad e intenté cerrarla detrás de mí, pero una mano lo impidió y subí mi mirada para encontrarme con la persona que se encontraba allí, descubriendo a Nathan.
Hola. –Saludo él con un ligero sonrojo en sus mejillas y cerró la puerta detrás de él, por lo que juntos comenzamos a caminar a paso apresurado hacia el auditorio en donde teníamos clases con Noah. - ¿cómo has estado? –Preguntó con una ceja alzada. -
Mucho mejor que tú, te lo aseguro. –Mencioné con gracia al observar las fosas negras bajo sus ojos y él se lamentó dramáticamente, lo que me hizo sonreír ligeramente mientras abría la puerta del aula para ingresar, notando como mi novio ya se encontraba allí. -
Noah se encontraba recargado contra la mesa de su escritorio y cambiaba la diapositiva de su exposición, pero sus ojos viajaron en nuestra dirección durante algunos segundos, su mandíbula se tensó ligeramente y luego continuó con su discurso, sin embargo, la tensión en su espalda era visible para mí.
De inmediato caminé en dirección a Adeline, quien besó mi mejilla a modo de saludo cuando me senté a su lado mientras sacaba mi laptop del bolso, dispuesta a tomar nota de todo.
¿Has regresado con Nathan? –Preguntó ella con impresión en su rostro y negué rápidamente, eso jamás sucedería. -
Ni loca. –Respondí con tranquilidad y observé a Noah durante algunos segundos. - ¿ha comenzado hace mucho? –Pregunté, acomodando mi cabellera en una coleta desordenada para no tener el cabello molestando en mi rostro. -
No, ha llegado hace cinco minutos. –Murmuró Adeline con una media sonrisa en sus labios y tecleó algo en su laptop, por lo que mis ojos se enfocaron en mi novio una vez más y escuché con atención cada una de sus palabras. -
Noah anunció una breve actividad en parejas, por lo que anoté en un papel todo lo que pedía que entregáramos al finalizar la clase y volteé en dirección a mi amiga, quien ya se encontraba buscando información en google y las antiguas clases vistas.
¿Cómo fue la salida con Lysa? –Pregunté, sacando de mi bolso algunos apuntes que llevaba conmigo de las clases anteriores, con todo destacado con colores y todo lo necesario para un mejor aprendizaje para mí. -
Fabulosa. –Musitó con una sonrisa en sus labios y tomó el papel que tenía entre mis manos para tachar una de las líneas que había escrito. - bebimos un delicioso café y luego comimos pizza, la combinación perfecta. –Dijo y solté una carcajada, tomando mi móvil en el segundo en que vibró contra mi costado, pues se encontraba en mi chaqueta. -
