ᴜɴᴏ | ᴄʜɪᴄʟᴇs ᴅᴇ ᴍᴇɴᴛᴀ

1.9K 245 196
                                    

Chasqueó la lengua, estaba molesto consigo mismo ¿por qué lo hacía en verdad? pensaba en marcharse, pero cuando se volteó dispuesto a irse, lo tomaron de la muñeca. Era él.

— Entonces decidiste aparecer.

— Ni se te ocurra pensar que estoy interesado en ti. —Se soltó bruscamente del agarre— Solo vine a dejarte bien claro con quien hablas tarado. No me interesas, ni ningún hombre, eso es raro y repugnante.

— Si no estuvieses interesado en mi, lo mejor hubiera sido no venir. Pero bueno, no sé como funciona la mente ajena a la mía. 

— ¿Me estás llamando mentiroso? No tengo tiempo para gente como rara como tú, además ni siquiera me conoces, lo de ayer fue una coincidencia, una horrible coincidencia. —suspiró— Solo me haces perder el tiempo, jódete.

La misma escena de la noche anterior. El menor se estaba por ir, pero el de ojos bicolor lo detuvo tomándolo de la muñeca, sólo que esta vez lo atrajo hasta él, abrazándolo por la cintura.

— ¿Y a ti quién te dio el permiso de irte? —Susurró a su oído.

— ¡D-Déjame!

— No.

— ¡No te estoy dando a elegir!

— Bueno yo tampoco. —Sonrió coqueto acercándose cada vez más a él.

El de rizos pronto sintió su cara arder. Sus mejillas estaban muy rojas, molesto frunció el ceño e hizo una mueca, dejando ver en sus cachetes unos pequeños hoyuelos.

— Lo repites mucho.

Habló el de sedosos cabellos color roble oscuro, mientras uno de sus dedos índice jugaba con el hoyuelo de la mejilla izquierda del menor. El cual sólo se sentía cada vez más avergonzado, pero por alguna razón, no quería que parase, algo dentro de él disfrutaba la atención de ese muchacho.

— ¿Q-Qué cosa?

— "No estoy interesado en ti" "un raro como tú" "no me gustan los hombres". Es extraño ¿sabes? es como si estuvieras tratando de convencerme. No, de hecho, pareciera que estuvieses tratando de convencerte a ti mismo que  no te gusto.

— ¿Qué tratas de decirme? —Preguntó molesto. 

— Más bien, ¿qué me tratas de decir tú?

— ¡A-Aléjate! —Golpeó con fuerza al más alto, haciendo que se separen más.— ¡Deja de pretender que me gustas! ¡A mi jamás me gustaría un chico! 

— ¿De verdad el que lo pretende soy yo? Y a pesar de todo, lo volviste a repetir.

El de cabello lacio se acercó al menor, y levantó su mentón, logró su cometido, ponerlo nervioso. Soltó una carcajada triunfante, y bajó el rostro. 

— ¿¡Q-Qué mierda haces!? ¡Esto es acoso! ¡N-Ni siquiera te conozco! ¡Y-Y eres mayor que yo!

— Pudiste haberme empujado hace rato ¿no? Y si nos conocemos, voy a la misma universidad que tú, Andy~

— ¡No me llames así!

— ¿Qué tal rizitos? Te queda bien. —Dijo jugando con los dichos. 

Andrés se sentía intimidado y abrumado, todo estaba pasando demasiado rápido para él, nunca fue bueno con las relaciones, a decir verdad, si que tenía pretendientes, su belleza por naturaleza le obligaba a tener el típico "ganado", pero siempre rechazó las ideas de jugar al príncipe y la princesa, no le parecían más que romances inmaduros y efímeros cual flores en primavera, que terminarían siendo ahogadas por la nieve del frigidísimo y fatigador invierno.

Cigarrillo | Spartor Where stories live. Discover now