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Madeleine estaba nerviosa, cansada y no podía ser que parecía la única que confiaba fielmente en su relación con Luke. De lejos vio a Víctor venir diciendo cosas sobre el baile, pero a la chica no le importaba en mayoría.

—Víctor, me conoces de toda la vida, me viste crecer... ¿Alguna vez me viste igual de feliz o más de lo que estoy con Luke?

—No lo creo—Madi asintió y suspiro.

—Quiero saber que estaremos juntos por mucho tiempo. Quería hacerle la promesa real.

La promesa real era cuando dabas un anillo liso de oro y plata con una promesa donde sus destinos estaban juntados, de algún modo, acababas siendo conocido ya como la pareja oficial y era un noble. El casamiento era que formalizaba más y que en la ley se le conocía como familia.
Era tan importante como el propio anillo de compromiso.

—Eso me alegra demasiado—dijo apenas salió del shock del momento.

—Si... —del bolsillo prohibido que hizo en su vestido saco la Caja de terciopelo rosa pastel—Me hubiese gustado que mis padres y Nicolás estuvieran igual de felices.

Víctor le dio un apretón en su hombro a Madeleine, mostrando su apoyo en esa desicion tan importante para el.

(....)

El baile había empezado, los invitados con trajes elegantes y sonrisas en sus rostros. Música de violín y aperitivos exquisitos.
La princesa de Cordinia junto a su mellizo saludaban uno a uno a los invitados que entraban al establecimiento.

Del lado de nuestros reyes, estaban satisfechos por que el pecoso no había aparecido desde que el baile dio comienzo, hasta Erick había festejado en silencio por la no aparición de ese chico.

—Parece que no pudo encajar en el traje—murmuro burlón Enrique.

—Encajar, ese es el problema—corrigió con burla Erick.

Muy tarde, muy tarde trío de Diablos reales. Luke vestía un gran traje, con los Cortes arreglados, con menos volados, sin parches en los codos y un brillo deslumbrante. Nadie de los que estaban conocía el rostro del nueyorkino y llamó la atención de un par, bajo con cuidado las escaleras y Madeleine quedó embobada por lo bien que se veía su príncipe sin corona. Y los Reyes con Erick ardían de furia por verlo tan guapo a Luke, luego Nicolás que se asombraba por lo bien que se veía.

La rubia camino con una sonrisa hasta Luke, apenas llegó lo abrazo y le dio un beso en su mejilla.

—Eres todo un príncipe.

—No soy ni cerca uno.

—Para mi si, pecoso.

Rieron una vez se separaron, y Madeleine del brazo de Luke caminaron para presentar al muchacho a esta sociedad.
Víctor de lejos junto a Roxana se fijaban en si Luke haría todo correcto, a la princesa le hizo una reverencia y al príncipe un apretón ligero, llenando el pecho de orgullo de ambos.

—¡SI! —Roxy grito fuerte asustando a un moso que pasaba—Lo lamento—sonrió avergonzada.

Fueron a un duque, y no cualquiera, el duque de Centerville. El cual al no extender la mano hizo a Luke evitar aquel saludo diciendo un simple "Un placer conocerlo", el ratón había aprendido.

—Ven, comamos—Charlie y Olivia fueron con bandejas de bocadillos.

Con suma delicadeza tomó un bocadillo llenando de sorpresa y enojo a Isabel, Enrique y Erick.

—¡Luke! —una inesperada Poppy vino y abrazo al pecoso.

—Wow, Poppy, ¿que hacías aquí? —Madeleine y Poppy se abrazaron después.

—La baronesa y barón me invitaron.

Detrás suyo Kent y Barb se acercaron, cuando Luke quiso hacer la reverencia, Kent lo interrumpio y abrazo con alegría.

—Pensamos que Poppy le gustaría venir aquí—habló la baronesa pero fue jalada por Poppy pidiendo ir por los postres—Bueno... Nos vemos después.

La pareja vio al Barón que se le veía la felicidad que tenía en su rostro.

—Pensamos en adoptarla—soltó la gran noticia antes de ir por su esposa y su futura hija.

Madi tomó la mano de Luke y encaminaron a los padres y al hermano de la rubia.

—Ni reconozco el traje.

—Si, Majestad, le di retoques junto a Roxana.

—Esta hermoso, se ve estupendo—mencionó con euforia Madeleine.

Aunque no querían decirlo, el estaba divino, se veía bien y el traje modificado era mejor que el original.

—Madeleine, debemos estrenar el baile—su hermano se acercó a la rubia extendiendo su mano—Si no le molesta a tu pareja.

Luke se sorprendió que Nicolás le dijiera que era pareja, pero asintió para no quedar como idiota sin hablar por un tiempo. El no lo sabía, pero el rubio lentamente le daba un leve okey, UN LEVE, jamás lo aceptaría totalmente, ni a el ni a nadie.

La familia real fue al escenario cortando la música y con la atención del público.

—Es hermoso tener a nuestra princesa Madeleine en este baile luego de su viaje académico...Aunque dudo que sea Académico—empezó Enrique y al final robo una risas.

—Esperamos, que Madeleine sepa cómo volver a tomar los deberes reales de una princesa y que sepa andar mucho con tacones—otra risa pero por palabras de Isabel.

—gracias por las palabras—ironizó un poco Madi.

Los Reyes dieron iniciado el baile deseando al final un felices fiestas, Isabel fue del brazo de Enrique y Madeleine de Nicolás. Bajaron y la rubia menor fue por su pecoso favorito.

—Luke Ross, ¿le gustaría bailar conmigo este vals? —el chico iba a responder pero otra vez interrumpieron, pero Erick.

—Madeleine, nuestro vals de todos los años, debemos bailarlo juntos. Solo que en un año no lo hicimos, pero volvemos.. Como siempre.

—Pero yo le había dicho a.... A la duquesa Galina que le harías el honor—la llamada volteo y sonrió emocionada por bailar con un príncipe tan guapo.

—Pero tiene 80 años—murmuro Erick.

—Hey, se mantiene muy bien.

Erick con una amabilidad falsa tuvo que ceder a bailar con la duquesa. Con eso Luke y Madi pudieron estar a solas, y bailar.

—Bailemos, Sir Luke—el chico río y posó un brazo por la cintura.

Unieron sus manos y se miraron enamorados uno al otro, siguieron el compás de la música en medio de todos los nobles que no dudaban que el pecoso era uno más que ellos.

ROYAL CHRISTMAS | luke ross ✔Where stories live. Discover now